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Ayer se evidenció una disminución en niveles de material particulado 2.5 que deterioran la calidad del aire en el Aburrá. Según la red de monitoreo del Sistema de Alertas Tempranas (Siata), al cierre de esta edición, de las 22 estaciones 14 estaban en amarillo y ocho en naranja.
Aunque también coincidió con el inicio del pico y placa 24 horas para carros, camiones, volquetas y motos de dos y cuatro tiempos, esta reducción de contaminantes pudo obedecer a las lluvias que cayeron en Medellín la noche del pasado martes.
Así lo explicó el Siata a través de un hilo ilustrativo en Twitter en el cual indicó que las precipitaciones nocturnas, a diferencia de las diurnas, son positivas para la dispersión de PM 2.5 y la limpieza del ambiente.
“Durante la noche la atmósfera es estable (no hay movimientos verticales), y los contaminantes están atrapados cerca de la superficie. Cuando llueve, ocurre un efecto de lavado atmosférico, que hace que las partículas sean removidas, disminuyendo los niveles de contaminación”, agregó.
A contramano, el Siata anotó que en el día y la tarde la radiación solar hace inestable el ambiente. Por eso cuando las diferencias de temperatura llevan a que masas de aire asciendan en la atmósfera, la lluvia actúa como un freno de la limpieza natural en la región, mientras que continúan acumulándose emisiones en el área metropolitana.
“Se favorecen procesos de acumulación y niveles de contaminación aumentan”, señaló el sistema.
El fenómeno, apuntó el Siata, fue estudiado detalladamente por investigadores de su equipo y fue publicado en la revista científica Journal of Applied Meteorology and Climatology.