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Marinilla está conmocionada por los actos de violencia de los últimos días. Tres homicidios en dos hechos aislados sacudieron al municipio. Y lo que más ha removido es que las tres víctimas eran jóvenes, con toda la vida por delante.
La racha violenta comenzó cuando unos hombres armados llegaron hasta un lugar en el que departían varias personas. Los relatos de los presentes indican que estas personas iban en motos y que, una vez bajaron de ellas, abrieron fuego.
En el hecho murió un joven al que identificaron como Juan Hidalgo, mientras otra persona quedó herida. Los victimarios fueron directamente hasta la víctima para abrir fuego, es decir, fue un ataque premeditado. Lo que ahora se investiga es cuál fue el móvil del ataque y quiénes fueron los que lo perpetraron.
El otro hecho, en el que resultaron dos personas muertas, no es menos dramático. En la vereda La Esperanza fueron asesinados dos jóvenes, uno de 17 años y el otro de 19. La hipótesis de las autoridades es que el homicidio, como el antes mencionado, también fue premeditado.
Los dos fallecidos habrían sido identificados por la comunidad por supuestamente estar robando en la zona. Cuando la Policía llegó hasta La Esperanza encontró un arma traumática abandonada en el lugar. Desde la Alcaldía de Marinilla confirmaron que las personas asesinadas tenían antecedentes penales y que eran “buscadas por las autoridades”.
Estos hechos violentos se enmarcan en una ola de asesinatos que azota al Oriente de Antioquia desde el año pasado. La migración de bandas del Valle de Aburrá hacia la zona, con la pretensión de ampliar su rango de venta de estupefacientes.
Esa “conquista” del territorio ha desencadenado una confrontación a muerte. El año pasado, según los datos de las autoridades, fueron asesinadas 190 personas en la región.