La situación de salud mental y drogadicción de Medellín y Antioquia es preocupante y se agrava cada año, más si se tiene en cuenta que entre las principales ciudades del país, la capital antioqueña registra la mayor cantidad de consumidores, según estadísticas del Ministerio de Salud.
Solo en Medellín, hay unos 20.000 personas, muchos de ellos niños y adolescentes, que están a un paso de tocar fondo por culpa de las drogas; eso sin contar los más de 3.500 habitantes de calle de la ciudad que son drogadictos.
Además de la drogadicción, situaciones como el maltrato intrafamiliar y abuso sexual, las secuelas del conflicto armado, el abandono, el hambre, el desempleo e incluso la inseguridad ciudadana, han incrementado los problemas de salud mental en Medellín.
Estas problemáticas se deben enfrentar con diferentes estrategias y una amplia oferta institucional que ayude a controlar, contrarrestar y prevenir la adicción a las drogas y dar tratamientos adecuados a los enfermos mentales.
De ahí la importancia de la renovación de la planta física de la Empresa Social del Estado (E.S.E.) Hospital Carisma de la Gobernación de Antioquia, para brindar una mayor cobertura a quienes enfrentan problemas de salud mental.
Sobre la misma, el gerente de la ESE. Hospital Carisma, Carlos Mario Rivera, manifestó que es fundamental mejorar la red pública prestadora de servicios de salud del departamento para brindar atención oportuna y profesional a quienes enfrentan la problemática en mención.
“Por eso nos comprometimos a tener una nueva sede que cumpliera con estos principios, para mejorar la oferta de este tipo de servicios”, afirmó Rivera.