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Han pasado 42 días desde que se inició la demolición del edificio Babilonia y aunque las autoridades reportan un avance de ejecución superior al 40 %, algunos copropietarios aún se preguntan por qué desde afuera todo parece ir más lento.
Óscar Muñoz, secretario Jurídico de Itagüí, aseguró que los avances en la demolición son significativos, que los operarios ya están entrando al piso 9 y que desde afuera no se observan porque la fachada no se ha desmontado.
“Ese cerramiento o fachada se mantiene por contención del riesgo: si una estructura en mal estado llegara a desprenderse, ese cerramiento ayuda a que se quede adentro del edificio”, explicó y aclaró que hace dos semanas, luego de una protesta, se desmontó la fachada hasta el piso 11 (el edificio tiene 13).
El pasado 23 de mayo, Muñoz había dicho que en 30 días solares, aproximadamente, se habrían desmontado ocho pisos del edificio.
Según el último informe del contratista Jola S.AS. entregado a la Alcaldía de Itagüí, hasta el pasado martes iban 39 días de obra, de los cuales solo se trabajaron 25 por condiciones climáticas.
“Tenemos algunos tiempos corridos en el cronograma por las lluvias. Las pólizas impiden trabajar de noche y en condiciones de lluvia”, detalló Muñoz y aclaró que las demoras no significan sobrecostos, pues se paga por obra a realizar y no por día de trabajo.
En la obra, precisó, trabajan 22 personas y se usan una grúa telescópica de 50 toneladas, otra de 60 toneladas, una pinza hidráulica, un robot Brokk 40 y otro Brokk 80, seis discos de baja vibración, una motosierra con cadena de tungsteno para corte de vigas, líneas de vida con resistencia de hasta 500 kilos y dos plataformas certificadas de herramientas manuales para demolición en piso.
Con todo eso, hasta la fecha se ha logrado un avance cercano al 45 % que se traduce en el retiro de 1.439 toneladas de materiales clasificados y posteriormente removidos.
EL COLOMBIANO tuvo acceso a un video de la empresa contratista en el que se informa que luego de la remoción del techo, “se comenzó a observar que la estructura del edificio era diferente a la presentada en planos aprobados para construcción. La mayoría de las vigas tenían un posicionamiento diferente y sus dimensiones eran distintas a lo que estaba previsto”.
Según el contratista, las vigas del edificio no estaban alineadas, tenían problemas de dosificación de cemento, poca cantidad de acero y no se hizo el tratamiento en las juntas de concreto.
El secretario Muñoz agregó que la cubierta del techo estaba en descomposición, algunas vigas estaban “cocas” (vacías por dentro), se encontraron hierros expuestos y con distancias de hasta un metro en las losas cuando, en los planos, esa distancia debía ser de 20 a 30 centímetros.
Al preguntarle a Muñoz cuándo estima que los operarios desmonten el quinto piso de la estructura, no se atrevió a dar una fecha. “Hemos avanzado, hemos disminuido el riesgo y muy pronto, antes de lo que la opinión pública cree, vamos a tener buenas noticias”, dijo.
Por la demolición, la Alcaldía de Itagüí pagó $1.438 millones .