Lo que ocurre en Guarne con la fauna silvestre pasó de castaño a oscuro hace rato. A los reportes de envenenamientos masivos en los últimos meses se sumó ahora el doloroso caso de un zorro perro hembra que apareció muerto junto a sus crías, víctimas de envenenamiento en zona rural del municipio.
Según señaló Cornare, varios reportes de la comunidad indican que los envenenamientos se volvieron un asunto frecuente y han muerto decenas de animales de varias especies. Por esta razón, la autoridad ambiental anunció que coordinará visitas con la alcaldía para realizar visitas para verificar los hechos y definir las acciones correspondientes.
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Ya en noviembre pasado, en la vereda Montañez, Cornare había denunciado la muerte de 20 gallinazos, una zarigüeya y una tórtola causadas por envenenamiento y ataques con armas de aire comprimido. Este caso de maltrato animal ha encendido las alarmas sobre los efectos de la intervención humana en los ecosistemas.
La investigación fue realizada por la Unidad Forense de la Universidad Remington, y determinó que los animales murieron tras ingerir sustancias químicas a base de organofosforados y carbamatos, compuestos tóxicos utilizados comúnmente en la agricultura para el control de plagas. Lo grotesco de este caso en particular es que las personas que envenenaron a estos animales no quedaron conformes con eso, sino que los remataron con disparos de perdigones.
Con estos ataques, sobre los cuales debe recaer toda la responsabilidad normativa y penal que tiene el país sobre maltrato animal y daño a la biodiversidad, quedan bajo amenaza especies que son fundamentales no solo para los ecosistemas sino para la cotidianidad de las personas.
El zorro perro, por ejemplo, es importante para el equilibrio de los ecosistemas, ellos se encargan del control de pequeños animales que pueden volverse plagas y aumentar el riesgo de enfermedades zoonóticas que afecten a humanos.
Incluso los gallizanos, por más feos y desagradables que parezcan, cumplen funciones fundamentales y por eso hay que cuidarlos. Gracias a su condición de carroñeros, los chulos limpian el entorno, ayudan a prevenir la propagación de enfermedades y contribuyen a que los nutrientes recirculen en los diferentes ecosistemas en los que hacen presencia.
De igual forma, en ese papel de limpiadores, los gallinazos ayudan a que no se acumulen cadáveres de animales, pilas de desechos y así combaten las plagas y mitigan los focos de infecciones.
Cornare reiteró el llamado a la ciudadanía para que reporte de inmediato cualquier emergencia o comportamiento que ponga en riesgo la fauna silvestre, comunicándose a la línea de atención 321 781 1388, con el propósito de actuar de manera oportuna y proteger la biodiversidad.