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A los drones con glifosato, la millonaria apuesta del gobernador Luis Pérez para luchar contra las drogas, ya le salió el primer pero: su velocidad y rendimiento no son los esperados.
Así lo reconoció el mismo Pérez en una rueda de prensa en la que informó que ya se están buscando alternativas más eficientes para la aspersión aérea; en este caso, helicópteros.
“Los drones no nos dan la velocidad que estamos buscando, pero nos sirven de apoyo a la tarea que están haciendo nuestros policías, Ejército y civiles”, dijo el Gobernador.
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El plan piloto de Antioquia incluía el uso de dos drones que operarían durante 45 días, con una meta de 130 hectáreas erradicadas (1,4 hectáreas diarias por dispositivo) y un costo de alquiler de $1,2 millones de pesos diarios por dron, además de las pólizas que cubrían eventuales afectaciones derivadas de la aspersión.
Según la Gobernación, en lo corrido del año se han erradicado 11.755 hectáreas de coca en el departamento. De ellas, 8.767 se lograron con los planes de erradicación manual del Ejército y la Policía; mientras que 2.542 se hicieron mediante “aspersión terrestre”.
En ese sentido, Pérez dijo que los drones sí han tenido una utilidad importante: “han servido para reforzar el trabajo del Ejército y la Policía porque podemos evitar la agresión con minas antipersona a la Fuerza Pública y civiles que están haciendo el trabajo”.
Las cifras de la Gobernación de Antioquia indican que este año van 32 afectaciones por minas antipersona; 15 de las víctimas eran soldados, 7 policías y 10 civiles.
Helicópteros, el reemplazo
Como alternativa para acelerar la fumigación de cultivos de coca, Pérez propuso el uso de helicópteros que, según dijo, pueden volar a alturas que van entre 4 y 10 metros, según el tipo de terreno.
“Hoy recibimos una demostración con helicópteros que pueden fumigar entre 120 y 200 hectáreas por día, cargar hasta 80 kilos de fumigación (glifosato) y los costos son manejables. Creemos que esos costos se pueden bajar en el futuro mucho más”, explicó el Gobernador.
Como beneficio adicional, el mandatario aseguró que los dispositivos estarán dotados con sensores que alertan cuando la aspersión se sale del territorio señalado. “Eso nos da posibilidades de que no operemos muy distinto a los drones pero que lo hagamos a mayor velocidad”, agregó.
Pero el uso de estos nuevos dispositivos no es tan sencillo. Pérez anunció que ya alista una carta presentando la propuesta al presidente Iván Duque —como en su momento lo hizo con los drones— y que su intención es que el Consejo Nacional de Estupefacientes autorice la elaboración de un estudio de impacto de esa tecnología y del glifosato, que estaría a cargo de la Universidad de Antioquia.
Finalmente, el Gobernador anunció que el próximo 15 de diciembre arrancará un estudio para determinar cuántas hectáreas de coca están sembradas en suelo antioqueño, y dónde están ubicadas. Los resultados, dijo, se conocerán “en tiempo real”.