La incertidumbre de los venteros desalojados del estadio Atanasio Girardot

Los comerciantes se resisten a dejar los que han sido sus puestos de trabajo por alrededor de 40 años, en algunos casos. FOTO CORTESÍA JUAN CARLOS CADAVID

Los vendedores de 13 locales que fueron desalojados de la tribuna occidental del estadio Atanasio Girardot, en Medellín, continúan en la incertidumbre pues están sin puestos de trabajo, en medio de un pleito entre el Inder y la persona que les subarrendaba los inmuebles.

Esta semana, algunos representantes de las 140 familias afectadas grabaron un video en medio de la tristeza y expresaron su impotencia porque un fallo judicial los está dejando sin sustento diario.

“Que se acuerden de nosotros porque todos tenemos que comer y sobrevivir”, era el mensaje más reiterado por los comerciantes, algunos de la tercera edad o en situación de discapacidad, y dirigido a la Alcaldía de Medellín.

No obstante, luego de hablar con el director del Inder, Daniel Palacios, los vendedores sienten que “hay una luz de esperanza” porque sintieron el compromiso de la administración para resolver su situación.

Juan Carlos Cadavid, vicepresidente de la asociación de venteros y arrendatarios del estadio, comentó que la reunión fue el martes de esta semana y allí Palacios les aseguró que tienen “la primera opción para retornar a los locales”, lugares en los que algunos de ellos llevaban cerca de 40 años.

“Nosotros solo sabíamos que había diferencia entre lo que debía pagar la persona al Inder, y por incumplimiento de pagos se armó un proceso judicial, que fue fallado en contra de la sociedad que nos arrendaba los inmuebles”, dijo Cadavid.

El sábado de la semana pasada se enteraron de la decisión, y entre el lunes y el martes desocuparon sus puestos, muchos habían sido abastecidos porque esta semana había al menos tres fechas de fútbol.

El director del Inder observó que la persona que arrendaba los locales le debía alrededor de 1.400 millones de pesos a la administración, por incrementos del canon anual y los intereses del incumplimiento.

Además, agregó Palacios, el subarriendo era otra contravención contractual, sin que eso signifique que comprenden la afectación que causó a los vendedores.

“Vamos a separar los dos temas, el litigio que ya resolvimos con la restitución de los inmuebles, y la situación de los comerciantes. Luego de inventariar y recibir las trece cafeterías, encontraremos la forma de no generar traumatismos a las familias y que puedan volver al estadio”, explicó.

Palacios reveló que con la sociedad que perdió el pleito judicial también había problemas con los mismos comerciantes, pues, según él, muchos le expresaron que recibían maltratos y hasta cobros injustificados por subarrendar los locales.

El Inder evalúa, y habrá reunión con los afectados este jueves, la mejor manera de que las cafeterías vuelvan a ser ocupadas, ya sea por medio de un contrato de aprovechamiento, una concesión o un arrendamiento.

Aún así, para Valencia solo estarán tranquilos “el día que estemos de vuelta en nuestros puestos de trabajo. El fin de semana y el lunes hay tres fechas de fútbol, pero no tenemos claridad si podremos atender esos días, y ya teníamos la mercancía comprada”.