En el Valle de Aburrá las autoridades han identificado a varios grupos autodenominados Primera Línea, siendo los más activos los de Medellín, Moravia, Itagüí, Caldas y del Norte (que actúa en Bello).
A la fecha han sido judicializados por la Policía y la Fiscalía cuatro de sus presuntos integrantes, por los actos de vandalismo y terrorismo ocurridos desde el pasado 28 de abril, cuando comenzaron las protestas sociales en el marco del paro nacional.
Tres de ellos están en la cárcel, tras haber sido capturados en el mes de julio: Juan David Duque Piedrahíta (“el Demonio”), Andrés Felipe Restrepo Ospina (“Pipe”) y Juan Fernando Torres Becerra (“el Narrador”).
La Dirección Seccional de Fiscalías de Medellín les imputó a los tres cargos por terrorismo, y a este último le agregó el de instigación para delinquir agravada, por ser quien publicaba, al parecer, los videos proselitistas en redes sociales en los que exaltaba los ataques a la Fuerza Pública.
Los actos de terrorismo en los que estarían involucrados incluyen los saqueos y destrozos a la sede la Unidad Permanente de DD.HH. de la Personería Municipal en el barrio El Bosque, a varias entidades bancarias del Centro, locales comerciales en las inmediaciones de La Alpujarra y de la estación Niquía del metro.
Aunque todos se declararon inocentes y su defensa apeló las detenciones, el Juzgado 14 Penal del Circuito de Medellín confirmó la legalidad de las capturas en segunda instancia.
El cuarto procesado es Éver Daniel Gaviria Jaramillo (“Carroloco”), presunto líder de la Primera Línea del Norte.
También fue capturado en julio y la Dirección de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada le imputó concierto para delinquir, terrorismo, tenencia de explosivos y uso de menores de edad en la comisión de delitos.
En el allanamiento a la vivienda en la que estaba, en el barrio Los Alpes de Bello, le encontraron cuatro barras de explosivos, material de metralla, insumos para bombas molotov y caucheras.
También tenía máscaras antigases, escudos artesanales, panfletos, cartillas de adoctrinamiento de masas y una tonfa de la Policía.
El ente acusador lo señaló de entrenar, supuestamente, a varios niños en el Parque de los Deseos y otros lugares, enseñándoles a realizar asonadas contra la Fuerza Pública, tal cual se observó en varios videos publicados en los perfiles de Instagram de la Primera Línea.
Así mismo, se cree que estaría implicado en un ataque del 30 de abril, en el que fue destruido con artefactos incendiarios el peaje de Niquía; y en otro perpetrado en una vivienda del barrio Moravia de Medellín, “con la idea falsa de que allí había sido abusada sexualmente una mujer por parte de algunos policías”, informó la Fiscalía en su momento.
“Carroloco” rechazó las imputaciones y, a pesar de la evidencia, un juzgado de control de garantías lo dejó en libertad. No obstante, el mes pasado un juez de conocimiento revocó esa decisión en segunda instancia y ordenó su recaptura. Fuentes de Inteligencia afirmaron que le están siguiendo la pista, pues se cree que huyó a Bogotá.
Las Primeras Líneas del Valle de Aburrá han dicho en sus redes sociales que los judicializados son “perseguidos políticos” y han convocado a plantones para exigir su libertad.
Aunque ya se acabó el paro nacional, cada día 28 hacen una protesta, conmemorando un nuevo mes de lucha desde el inicio del paro