Hace 16 años, por estos mismos días del otoño, un joven de bluyín se movía con un grupo de amigos invitando a los medellinenses a que escucharan su propuesta por una nueva forma de hacer política, que tenía a la educación como su eje de trabajo.
El tiempo pasó y el mensaje de Sergio Fajardo Valderrama, cobró tal fuerza que lo llevó a la Alcaldía de Medellín, donde demostró que su sueño era posible y realizable, tanto que repitió mandato con otro alcalde que heredó sus ideas y luego fue protagonista en la elección del actual.
Una nueva forma de hacer política, sin coaliciones burocráticas, sin contratar las obras futuras durante la campaña y con los financiadores de la misma como muchas veces sucede, sin pagarle por un voto a nadie, sin fiestas borrachas de aguardiente y gritando viva el candidato, sin venderle el alma a nadie o acomodar el discurso de acuerdo a la conveniencia del momento, no solo caló en Medellín, también en el departamento que terminó por elegir a Fajardo como gobernador con una votación histórica y con la tarea de que hiciera a Antioquia la más educada.
Un sector de los detractores de Fajardo, que nunca aprenderá la lección, pues lo suyo es jugar a la política como un negocio con grandes dividendos, le reclama por los bajos resultados de Medellín, Antioquia y los municipios en las Pruebas Saber, en las que los paisas se han rajado frente a departamentos con menos recursos, o las Pisa, en las que igual obtienen bajas notas frente a estudiantes de los países más avanzados del planeta, como prueba de que el proyecto la más educada se rajó.
A Fajardo y su equipo de colaboradores no los trasnocha este tipo de críticas. Al contrario los llena de entusiasmo porque, por fin, comienza a cambiarse el discurso de la violencia, que históricamente ha sido el protagonista de los grandes titulares de la ciudad, por el debate de la educación.
Cargas de fondo
Sin duda, el concepto de educación tiene que ver con la escolaridad, pero el proyecto Fajardo es mucho más profundo y complejo, se trata de jugar por el cambio social y cultural de la sociedad, las personas y el territorio desde una visión de la educación basada en principios de transparencia, de rescate de lo mejor de cada persona, de sus líderes, la familia y el lenguaje, entre otros aspectos clave.
“Esa es nuestra forma de acercarnos. También hay otras maneras de hacerlo. Por ejemplo Uribe (presidente) se acerca desde la seguridad. Ese es su proceso de identidad, su forma de relacionarse con la comunidad y él la representa”, dice Fajardo.
En ese sentido, Fajardo le apunta a que desde la educación se rompan los viejos esquemas que tanto daño le han hecho a Antioquia, donde ha prosperado una escuela que tiene sus bases en expresiones como “el vivo vive del bobo”, “ dependiendo de donde usted haya nacido tiene o no el futuro asegurado”, “el fin justifica los medios”, conceptos que terminaron arraigándose en la mente de los antioqueños y que llevan a la violencia, las desigualdades, la inequidad y tienen como una de sus cartas supremas a la corrupción, que saquea todo recurso público que maneje y utiliza el poder para beneficio propio y los cercanos al gobernante de turno.
Confianza
La base y riqueza política del equipo Fajardo se llama confianza. La misma que le ha permitido trabajar y aportar en la toma de las grandes decisiones en pro de la transformación de Antioquia en discusiones y trabajos concertados con la Alcaldía de Medellín, el Gobierno Nacional, sus ministerios, los gremios, gobiernos locales, rectores, dirigentes, estudiantes, campesinos...
Con ese espíritu de confianza se lograron megaproyectos como las Autopistas de la Prosperidad; el túnel del Toyo o Guillermo Gaviria, Hidroituango, el de 4,1 km al túnel Fernando Gómez Martínez y otros.
“En las Autopistas de la Prosperidad, que empezaron con Uribe, calculadas en cinco billones de pesos hay que agradecerle a Santos porque imagínese lo que fue el debate cuando conocimos que el costo real de las obras era de 13 billones y el gobierno central decidió seguir adelante con el proyecto. De no haber tomado esa decisión el debate hubiese sido eterno trivializado en argumentos sobre los trayectos, si todos eran o no de doble calzada, que este túnel si, que el otro no. Lo cierto es que hoy todas están adjudicadas y lo logramos bajo el concepto de confianza”.
“Nuestro proyecto político se llama confianza y esta se construye. Con plata se compran votos, líderes y todo el que tiene un precio se lo encuentran. Esa es la historia de la corrupción. Pero confianza no le venden a nadie, se construye y es un bien muy potente de la política y lo público, pero es un bien de otra naturaleza”, dice Fajardo al insistir en lo que es la estructura filosófica del proyecto que hoy lo tiene al frente del gobierno departamental.
Para comprender su estrategia hay que sumarles dos elementos a su base: la coherencia y la consistencia. “Siempre me gusta revisar todo lo que hacemos desde el principio”, dice el gobernador.
“Coherencia significa que hemos sido consistentes con lo que hemos hecho anteriormente. No quiere decir que hemos repetido lo mismo todos los años. Es tener unos principios y caminar con ellos sin contradecirse. Consistente es que hemos tenido principios y jamás los vamos a cambiar dependiendo de la reunión o el lugar donde nos encontremos”.
De hecho, hace casi cuatro años cuando estuvo en la redacción de EL COLOMBIANO explicando con una gráfica lo que sería su plan de gobierno y hasta dónde lo llevaría, es exactamente la misma ficha que expuso en esta visita para dar cuenta de lo logrado.
En la gráfica une su iniciativa de Antioquia legal con el manejo de la infraestructura, su forma de acercarse a las regiones, promover liderazgos, diálogos y trabajos con todos los alcaldes, independiente de si lo apoyaron o no en la campaña.
Trazar esa ruta y seguirla con absoluto rigor le llevó a lograr reconocimientos como “Mejor Plan de Desarrollo de Colombia 2012-2015 para categorías de departamento nivel 1 y 2”, otorgado por la Corporación Colombia Líder, el Departamento Nacional de Planeación, la Agencia de Cooperación Alemana, Fonade, y G & Z.
Su gestión también fue reconocida con el “Mejor Índice de Transparencia de Entidades Públicas”, de Transparencia por Colombia”, “Mejor Índice de Gobierno Abierto del País”, otorgado por la Procuraduría General de la Nación, y el “Dictamen Limpio”, emitido por la Contraloría de Antioquia para el Departamento de Antioquia “por su transparencia y porque los estados financieros de la Gobernación de Antioquia son confiables”.
Se agrega que por primera vez en su historia y por tercera vez consecutiva en un mismo gobierno el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA logró la calificación AAA, la máxima que otorga la Fitch Ratings.
Cómo se llega se gobierna
La Antioquia legal del equipo Fajardo es la lucha permanente por la transparencia y contra la corrupción. “Como se llega al poder así se gobierna”, sostiene.
Esa expresión, dice el gobernante, caracteriza la ilegalidad, que utiliza cualquier medio con tal de llegar y en consecuencia termina despilfarrando los recursos públicos con pagos a quienes utilizó en la campaña para hacerse con el timón del gobierno.
Uno de los primeros actos de la Asamblea es nombrar al Contralor Departamental, el cual es elegido por una coalición que se crea entre los diputados.
“Cuando se me llamó para tal fin, mi respuesta fue, nosotros no hacemos coaliciones políticas para gobernar, porque lo nuestro es gobernar con todos, con quienes nos eligieron y quienes le apostaron a otras opciones, por lo tanto deben elegir al contralor que ustedes consideren. Con ello dejé claro que no podía repetir lo del gobierno pasado que eligió, gracias a una coalición, como contralor departamental, es decir, a la persona que vigilará todos sus actos de gobierno, a quien fue su gerente en la campaña política”.
En las regiones igual tuvo que romper con situaciones que se convirtieron en hechos legendarios e históricos, en numerosos municipios tuvo que convencer a más de un alcalde de que él no le pertenecía a nadie, que no era cuota de ningún político, que lo suyo era gobernar con toda la comunidad y por toda la comunidad.
“Municipio que hoy tenga un parque educativo fue porque se lo ganó con una gran propuesta que compitió con otras propuestas, maestro que hoy cuente con una beca para una maestría fue porque se la ganó con un proyecto que fue avalado por su comunidad”. Se llena de luz cuando descubre que hasta en los hogares más humildes y remotos del departamento hoy se habla de la U de A y de que uno de sus miembros sueñe con llegar a ella.
Los retos para el nuevo gobernante son grandes. Será su potestad seguir o no la huella que deja este gobierno.
Desde la educación el equipo Fajardo avanza en su propuesta de transformación social y política. No es ganando exámenes, se trata de cambiar mentalidades y derrotar la corrupción y la violencia.