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Pese a que el agua potable o para consumo humano representa solo el 0,025 % de todo el líquido que tiene el planeta, la ONU la considera un derecho humano fundamental al que deben tener acceso todas las personas que habitan la Tierra, algo que en la realidad no ocurre, pues no todos los más de 7.674 millones de ciudadanos que la pueblan disfrutan el líquido, especialmente en los países y comunidades más pobres.
Según un informe de 2017 de la OMS- Organización Mundial de la Salud- y la Unicef, “en todo el mundo, alrededor de 3 de cada 10 personas (2.100 millones) carecen de acceso a agua potable y disponible en el hogar; y 6 de cada 10 (o sea 4.500 millones de personas) carecen de un saneamiento seguro”.
Por eso, Olga Elena Mira, ama de casa de Medellín residente en la comuna 5 (Castilla) se puede considerar como uno de esos más de 5.000 millones de seres privilegiados que gozan del derecho a tener cada día una dosis suficiente del líquido, tanto para ella como para las otras tres personas que comparten en su vivienda: Matías, su hijo de 9 años; Carlos Mario, su hermano, de 27; y su esposo.
Ellos hacen parte, a la vez, de las 270.000 personas que en la capital antioqueña son beneficiarias del programa Mínimo Vital de Agua, que funciona hace 12 años y que garantiza un mínimo de 2.5 metros cúbicos (m3) de agua por persona al mes.
Olga Elena está en el programa hace cuatro años, cuando incluso no residía en la misma vivienda actual, pero aclaró que la titular del beneficio es ella y cuando cambia de casa se le traslada servicio.
Al definir el Mínimo Vital de Agua por persona en el mundo, la OMS consideró que los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento para cada persona deben ser continuos y suficientes para el uso personal y doméstico. Para esto, especificó, son necesarios entre 50 y 100 litros por persona al día (entre 1.500 y 3.000 litros al mes) “para garantizar que se cubran las necesidades básicas y que no surjan amenazas para la salud”.
A Olga Elena le parece que la cantidad de agua que recibe con el MVA, equivalente a 10 m3/mes o 10.000 litros por las cuatro personas, es suficiente para vivir si se hace un uso racional del recurso. “Desde que disfruto el servicio nunca me he pasado del consumo”, dice esta joven mujer, que estudió una tecnología en agua y saneamiento y aprendió a valorar y cuidar el recurso hídrico. Añade que sabe ahorrar agua en sus prácticas cotidianas en el hogar y evita dilapidarla.
“Mucha gente se lava los dientes y deja la llave abierta, o mientras se enjabonan el chorro sigue cayendo, y como lo hacen todos los días, al final las cuentas les llegan muy altas”, apunta. Para demostrarlo enseña varias cuentas de servicio en las cuales el pago de agua por mes fue de cero pesos.
El MVA empezó en Medellín en el año 2009 con 7.179 hogares y la ciudad se constituyó en pionera del servicio en el país. Así lo aclara Róger Jiménez, subsecretario de Gestión Territorial de la alcaldía, quien destaca que desde esa fecha hasta hoy ha habido un incremento del 756 % en el número de familias beneficiadas.
Actualmente, son 270.993 las personas reciben este beneficio, que lo brinda la alcaldía gratis a personas de los estratos 1, 2 y 3 de las 16 comunas y 5 corregimientos. Bogotá y Bucaramanga también brindan el beneficio.
“Cada fin de mes le pasamos a EPM la lista de todos los hogares beneficiarios para que mida los consumos para hacer la facturación; si el usuario no se pasa no se le cobra nada, pero si lo hace le cobran ese excedente”, indica Jiménez.
Desde el inicio, los beneficiarios han sido las familias con un puntaje del Sisbén 3 de 47.99 puntos o que se encuentren en condición de desplazamiento certificado por la Unidad de Atención al Desplazado. Estas condiciones cambiarán en los próximos meses, cuando entre a regir la nueva clasificación del Sisbén, que no califica los hogares con puntajes, sino con conceptos como vulnerabilidad alta o baja y otros criterios. Estos no se han definido, por lo cual, por ahora, los beneficiarios siguen regidos por puntajes.
Es posible que haya personas que requieran acceder al servicio. Ellas pueden acudir a las taquillas 6 y 7 del sótano de La Alpujarra, donde pueden hacer la solicitud y así sus casos serán estudiados para aprobación o desaprobación.
Con corte a mayo de 2.014, en Medellín había 27.543 hogares que recibían el beneficio. Hoy hay 54.111 hogares y 270.993 personas disfrutando el beneficio, que el municipio financia con sus recursos para las familias más pobres de la ciudad. El subsecretario Jiménez señala que pasarse del consumo mínimo no genera ninguna sanción, suspensión o cancelación del beneficio.
Una medición hecha en febrero certifica que 25.002 hogares del total de 54.111 hicieron uso racional del mismo, lo que significa que 49,65 % de las familias auspiciadas ahorraron 155.585 m3 de agua.
“Este programa me ha servido mucho, sobre todo este último año que ha sido tan duro para todos”, expresa Orfa Nelly Varela, beneficiaria de La Torre, comuna 1, Popular.
El acceso al servicio va acompañado de pedagogía para el uso del líquido. “Un equipo recorre los barrios y dos veces al año visita cada hogar para enseñar a un mejor consumo”, subraya el subsecretario Jiménez.
Olga Elena asegura que el proceso para ahorrar es sencillo: no desperdiciar el agua de la lavadora o del lavadero, que se puede usar para labores como trapear o lavar otras prendas; no demorarse más de tres minutos en el baño y no lavar la ropa luego de cada postura, porque no siempre se ensucia, entre otras claves