Las últimas décadas han sido especialmente complejas para los municipios del Triángulo de Occidente, Santa Fe de Antioquia, San Jerónimo y Sopetrán, debido a su acelerado crecimiento urbano y rural, sin una adecuada planeación.
Según expertos en planeación, a la expansión de estos municipios, de por sí ya disparada, por su clima, historia y cercanía con Medellín, le llegó una nueva ola de crecimiento urbanístico por la apertura del túnel Fernando Gómez Martínez, que este año se complementó con la doble calzada hasta el mismo desde la 80; el impacto que tendrán sobre la región las megaobras de Autopistas de la Prosperidad, el túnel del Toyo y la entrada al espejo de agua de lo que será la represa de Hidroituango.
Todos estos desarrollos y en esto coinciden sus autoridades, no solo los han acercado al Valle del Aburrá, sino que los han llevado a un estado de conurbación.
Al problema también se sumó, en los últimos cuatro años, la minería informal en Buriticá, la cual incrementó, de manera abrupta, el número de pobladores de Santa Fe de Antioquía.
Si bien los registros de la Alcaldía y el Dane dicen que la ciudad cuenta con 27.839 habitantes, expertos en planeación del municipio, calculan que hoy pueden superar los 35 mil residentes, lo que impacta, de manera negativa, su cultura, movilidad y medio ambiente.
Para el arquitecto experto en Patrimonio y Planeación Territorial, Felipe Parado Serna, es inconcebible que en Santa Fe de Antioquia pasaron dos períodos de alcaldes sin que se hubiera hecho el ajuste al esquema de ordenamiento territorial, que es una especie de Plan de Ordenamiento Territorial (POT), pero para municipios con menos de 30.000 habitantes.
En consecuencia, las normas de construcción se rigen por un esquema de 2000 y esto hizo que se presentara una inadecuada utilización de los suelos.
De igual modo, para los años 80 la nueva ruta de la vía al Mar dividió el municipio en dos. El parque y sus zonas histórica y el Llano de Bolívar, que da hacia el Puente de Occidente, hecho que llevó numerosos invasores a la zona.
Los problemas no paran ahí, otro valle de la población con crecimiento abrupto y desordenado, es el del río Tonusco, en el sector de La Barranca, donde hoy hay numerosas parcelaciones y en cuyas vecindades se proyectan elevadas edificaciones, comentó.
El secretario de Planeación de Santa Fe de Antioquia, José Rosso, indicó que de la anterior administración les quedaron 179 licencias para nuevas construcciones, que incluyen unidades residenciales, parcelaciones, condominios y un edificio de 16 pisos. La Administración tiene un plan de 600 viviendas VIP.
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