Ante la oposición de la comunidad a que la casa de que domina el primer parque de Laureles se convirtiera en un centro de música para diferentes públicos, la Administración Municipal decidió transformarlo en un centro de integración para los habitantes de sus alrededores.
Según los vecinos, el lugar está abandonado desde hace más de dos años y en su interior están arrumados, sillas, mesas, tambores y estuches de guitarras de la desaparecida Casa de la Música que funcionó allí durante varios años. La fachada, de la ladrillos pequeños y amplios ventanales, ya se ve deteriorada, tiene múltiples rayones hechos por grafiteros y al pasar por allí se sienten olores nauseabundos.
José Londoño, quien trabaja hace dos años en el parque, relató que a la casa llegaban numerosos niños y jóvenes a aprender a tocar instrumentos musicales y ensayaba una coral que cantaba muy bonito (se refiere a la Tomás Luis de Victoria de Medellín, que ya desapreció) y ahora está abandonada, llena de basura, polvo y hasta es usada como sanitario por habitantes de la calle.
“La única actividad que se ve hoy es la de unos señores que vienen sacar unos tambores y vuelven y los traen y luego todo queda cerrado”, comentó el hombre.
La integrante de la Junta Administradora Local de la comuna 11, Larueles-Estadio, Jakeline Sucerquia informó que en las afueras de la casa hay un aviso de la curaduría Tercera, en el cual dice que allí habrá una sede cultural de dos pisos (casa de música), pero la comunidad se opuso porque la anterior Administración enfocó el centro solo al rock y para niños y jóvenes de lugares diferentes a Laureles.
Sucerquia agregó que, en 2016, la comisión de salud e inclusión social del Presupuesto Participativo de Laureles-Estadio solo priorizó un proyecto y fue el de hacer allí un centro de desarrollo social, porque la comunidad no tiene espacios donde reunirse.
Por esto, anotó, a finales de 2017, las secretarías de Participación Ciudadana, encargada del Presupuesto Participativo, y de Cultura, que tenía el inmueble, decidieron que allí funcionará el centro de desarrollo que está pidiendo Laureles.
La secretaria de Cultura de Medellín, Lina Botero, confirmó que se llegó a un acuerdo con Participación Ciudadana para que sea esta entidad la que adecue el lugar como un sito de desarrollo comunitario y luego su dependencia analizará qué programación iniciará allí.
La funcionaria explicó que como el lugar se va a destinar para actividades de la comunidad, se deberán revisar los diseños iniciales y como no va a ser una casa de la música y tendrá otros propósitos hay que analizar cómo proceder para que sea un centro social.
La presidenta de la JAL de la comuna 11, Jarith Bedoya, dijo que la actual estructura no será demolida y se va a repotenciar. Para ello cuentan con $800 millones del presupuesto participativo de 2016.