Aunque la emergencia en el nacimiento del río Medellín en el municipio de Caldas aún no está superada, las autoridades ambientales lograron aminorar el riesgo de que más escombros sigan cayendo al cauce del afluente, con lo que se da por terminada la primera etapa del proceso de reparación del daño.
Sin embargo, el riesgo sigue siendo alto, ya que inició la temporada de lluvias y, según autoridades de esa localidad del sur del Aburrá, allí no están blindados contra una emergencia de mayor magnitud que la ocurrida el pasado 20 de abril, cuando la masa de tierra de una escombrera se fue sobre el lecho y lo taponó.
Según el alcalde de Caldas, Carlos Eduardo Durán Franco, el río tomó un nuevo cauce que es de un ancho de apenas 50 cms, por lo que hubo necesidad de remover escombros y cortar árboles.
Pero advirtió que en la localidad “hay cerca de 80 escombreras, algunas con parámetros de legalidad y muchas sin parámetro de legalidad, a las que se les prohibió, por decreto municipal, seguir depositando escombros”, como parte de la solución a la emergencia, explicó.
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