En 150 millones de pesos fueron calculadas, inicialmente, las pérdidas que dejó en zona rural de Urrao, la avalancha de la quebrada Santa Isabel, informó el comandante del cuerpo de bomberos de la población, sargento Julián Durango.
El socorrista dijo que luego de hacer ayer el balance de damnificados y daños, se estableció que la borrasca se llevó dos puentes vehiculares, tres de caminos de herradura y también destruyó los accesos de madera sobre la misma quebrada, para 12 fincas.
Agregó que por las aguas colapsó una vivienda, se averiaron tres y dejaron damnificadas a cuatro familias residentes en la vereda Santa Isabel, de esa población.
También se afectaron cultivos de café, plátano y fríjol.
La creciente llegó al río Penderisco, que se desbordó, pero en un sector despoblado.
La secretaria de Gobierno de Urrao, Ana María Restrepo, añadió que la creciente también se llevó una truchera.
La funcionaria indicó que esta quebrada también nace en el cerro Plateado, donde, en la medianoche del domingo se concentraron las lluvias y desbordaron varios afluentes, entre ellos la quebrada Liboriana, la cual produjo la tragedia en la población vecina de Salgar.
Concluyó que en Urrao, las riberas de la quebrada Santa Isabel y del río Penderisco, no son muy pobladas.