Un operativo conjunto entre la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) y el Invima terminó con la captura de Ali Babá Medina Romero, propietario de una cadena de sex shop que lleva su mismo nombre, en Medellín.
El general Juan Carlos Buitrago, comandante de la Polfa, aseguró que esta captura representó “la caída del reino de Ali Babá y sus ladrones, que comercializaban productos (sexuales) que ya estaban dentro de las alertas de salud establecidas por el Invima”.
Durante la investigación los agentes encontraron dos apartamentos ubicados en el centro de Medellín donde, según la Polfa, funcionaban fábricas clandestinas de productos eróticos que no tenían autorización, registros o supervisión del Invima. Allí se decomisaron 1.050 unidades de medicamentos de contrabando, además de 20.653 unidades de pastillas de marcas como Max Man, Mero macho, Stud 100, Retardex, Sweet Sensations, Climax Kiss, Liquid sex, Prolong y BIG Penis que, según el Invima, no son aptos para el consumo humano.
El general Buitrago describió los apartamentos como “cocinas artesanales” en las que se decomisaron marterias primas como glicerinas, anilinas, alcoholes, vaselina y anestésicos; además de etiquetas, cajas contramarcadas con productos americanos, frascos y tapas procedentes de Ecuador, Estados Unidos, y China, que se habrían usado como modelo para crear productos falsificados.
Los potencializadores, retardantes y estimulares decomisados están prohibidos por el Invima desde el 2006 pues contienen sustancias como sildenafilo, sibutramina y fenilbutazona que pueden causar problemas de salud como hipertensión, alteraciones respiratorias, neurológicas, accidentes cerebrovasculares y otras. “Dependiendo de la cantidad que se consuma, pueden causar daños cardiovasculares o en el sistema nervioso central, declaró Javier Guzmán, director del Invima.
Hablan autoridades e implicados
La Polfa reportó, con base en sus pesquisas, que la empresa de Medina ingresaba los medicamentos al país mediante viajeros o courier internacional (envíos), y luego “los imitaba y producía con los insumos incautados, colocando en riesgo la salud individual y colectiva de la población (sic)”.
La mercancía decomisada fue avaluada por los agentes en 1.129 millones de pesos. Y durante los operativos fueron capturadas 8 personas, entre ellas Medina, quien fue señalado del delito de corrupción de alimentos, productos médicos y material profiláctico que, según el Código Penal Colombiano, es castigado con prisión de 5 a 12 años y multas de entre 200 y 1.500 salarios mínimos mensuales.
Este martes, después de que se hiciera pública la noticia de los operativos y capturas, Ali Babá Medina Salazar -hijo y socio de Medina Romero- publicó en redes sociales un video en el que da su versión de lo ocurrido y desmiente las noticias publicadas en medios de comunicación nacionales.
Medina Salazar aseguró que el valor de los productos decomisados fue inflado por lo menos 10 veces y reconoció que la empresa de su familia cometió un error del que ya aprendió, aunque no especificó a qué se refería.
“No se de dónde sacan que hay importación y alteración: aquí nadie altera nada, simplemente compramos huevos para vender huevos (...) Es falso que haya cocinas ocultas: ¿ustedes creen que nosotros vamos a perder tiempo modificando cosas cuando ni siquiera sabemos, no sé, la producción de eso. Simplemente se compran y se venden”, dijo el joven, quien sentenció: “no tenemos el tiempo y no somos tan desparchados como para reempacar productos”.
Sobre las acusaciones de corrupción de alimentos, Medina Salazar aseguró que no tienen sustento y que la prueba es que él ya está en libertad. “A mí me aplicaron el mismo delito y es tan improbable y mentiroso -no tienen pruebas de nada- que yo ya estoy en libertad. (Fueron) 35 horas encanado, una audiencia de una hora para decir: aquí no hay pruebas, queda en libertad”.
El Invima recomendó a quienes hayan adquirido algún producto de las marcas ya mencionadas (y decomisadas en el operativo) que suspendan de inmediato su uso, informen de la distribución a través de la página del Invima y que eviten automedicarse.