En un operativo conjunto de la Dijín y la Fiscalía, en San Pedro de Urabá, murió este miércoles Fernando Oquendo Estrada, alias “Ramiro Bigotes”, cabecilla del “Clan del Golfo” (“Urabeños”).
Según informaron la autoridades, Oquendo Estrada manejaba un grupo de custodia exclusiva para Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, y lideraba laboratorios en límites de Antioquia y Córdoba. Además, era el responsable del tráfico de drogas en el Urabá.
Entre sus responsabilidades estaban la consecución de armamento, equipos de comunicación, víveres y provisiones para las estructuras armadas encargadas de los anillos de seguridad del cabecilla
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, felicitó a la Policía Nacional por el “golpe” propinado a esta estructura criminal. El mensaje se dio a través de su cuenta en Twitter, donde destacó la noticia.
Por su parte, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, agradeció al presidente por el reconocimiento a la institución, tras el contundente golpe que afecta directamente la estructura de la organización, por la labor que prestaba ‘Ramiro Bigotes’.
De igual manera, “Ramiro Bigotes” coordinaría actividades de tráfico de cocaína en la zona rural de Turbo, “teniendo un componente armado distribuido entre San Pedro de Urabá, San Vicente del Congo y el departamento de Córdoba (especialmente en el muncipio de Valencia)”.
La relación de Oquendo con Dairo Úsuga (“Otoniel”) viene desde los tiempos del paramilitarismo, pues ambos delinquieron en el bloque Centauros de las Autodefensas, con base en los Llanos Orientales. “Ramiro Bigotes” se desmovilizó de ese grupo, junto a 1.133 combatientes, el 3 de septiembre de 2005, en Yopal (Casanare).
Después se integró a la banda “los Urabeños”, logrando ascender en la estructura tras las captura de otros cabecillas, como “Cero Siete” y “Tierra”.
Por su captura había una recompensa de 115 millones de pesos.