Canal de diálogo directo: primer acuerdo Petro-Uribe

El presidente electo y el exmandatario se reunieron durante 3 horas en Bogotá. Pasaron de una agresiva rivalidad política a una conversación cordial.

Álvaro Uribe y Gustavo Petro se reunieron durante cerca de tres horas y plantearon sus visiones sobre las reformas en materia tributaria, agraria, de saludo, pensiones, entre otras. FOTO CORTESÍA

Solo pasaron seis días desde el cruce de mensajes públicos para que el presidente electo, Gustavo Petro, y el expresidente Álvaro Uribe, los dos líderes políticos más antagónicos en las últimas décadas, tuvieran una reunión formal. Un cara a cara.

La cita se materializó a las 11:00 de la mañana de este miércoles en el norte de Bogotá, en la oficina del abogado Héctor Carvajal Londoño –quien, entre otros, ha representado al alcalde Daniel Quintero–, y tuvo dos momentos. En el primero, el mandatario electo y el expresidente se reunieron en privado durante cerca de media hora; luego se sentaron junto a su grupo de delegados.

A pesar de que han sido férreos opositores mutuamente en los últimos 20 años, a Petro y a Uribe se les vio sonrientes y utilizando un lenguaje cordial en esta cita histórica, en la que lograron su primer gran acuerdo: concertaron tener un canal de diálogo directo para compartir sugerencias.

Cita entre antiguos rivales

En su búsqueda por lograr su “gran acuerdo nacional”, al cual se sumó el fiscal General, Francisco Barbosa, el presidente electo logró concretar en las últimas 48 horas varias citas claves con quienes podrían ser las cabezas de la oposición a su gobierno.

El pasado martes tuvo dos reuniones con quien fue su rival hasta el 19 de junio, el excandidato Rodolfo Hernández, quien le manifestó su apoyo desde el Senado para los cambios que considere oportunos, y luego se encontró con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien es el líder natural de Cambio Radical.

Luego, este miércoles, Petro tuvo una cita sin precedentes con Uribe, el rostro del proyecto político al que el presidente electo sea ha opuesto en las últimas dos décadas, pero a pesar de sus diferencias y encontrones en el Congreso (ver Cronología), tuvieron una reunión amena en la que el expresidente pidió “no pasar facturas ni cobrar cuentas”.

Hay un antecedente. A pesar de las diferencias y señalamientos, Uribe opta por ver a Petro como un opositor a diferencia de su antiguo pupilo Juan Manuel Santos, a quien no rebaja de traidor y por eso un encuentro entre ellos dos es casi imposible.

En un breve pronunciamiento, Petro celebró la reunión y aseguró que “comienza el diálogo. En mi gobierno no se usará el Estado para perseguir a quienes sean opositores”. A su turno, Alfonso Prada, quien fue jefe de debate de Petro en campaña, agregó que cada uno planteó visiones diferentes frente a las reformas que prevé el nuevo gobierno.

El expresidente convocó a una rueda de prensa para dar un balance. En ese espacio el líder del Centro Democrático –que sería el único declarado en oposición– se refirió al primer acuerdo entablado: “Le pedí que me mantuviera abierto un canal de diálogo directo sin interlocutores”.

Este representó un hecho histórico en la política colombiana, pues Petro y Uribe solo habían protagonizado peleas públicas y no encuentros como este, en los que Prada y Armando Benedetti –mano derecha de Petro– fueron los emisarios encargados de buscar a Nubia Stella Martínez, directora del Centro Democrático, para lograr el espacio y, además, el diálogo cordial.

Uribe asumió una voz constructiva más allá de las fuertes críticas que le hizo en los últimos meses –en época electoral– al modelo de país que propone Petro, enfocado a robustecer los programas sociales y subirle la carga tributaria a los más adinerados.

Frente a la reforma tributaria que se alista, Uribe señaló que debe replantearse la idea de ponerle impuestos excesivos a particulares y no aumentar desproporcionadamente el impuesto al patrimonio. También destacó que apoyaría la mesada para adultos mayores sin pensión.

Además, se refirió al que ha sido su principal bandera en el debate político: la seguridad. Al respecto, el expresidente expuso que le manifestó a Petro su preocupación por la problemática del microtráfico, y le pidió que se garantice que las Fuerzas Militares no tengan tinte político.

Estas declaraciones contrastan con el tono utilizado en sus enfrentamientos previos en los que Petro siempre fungió como opositor al uribismo y el expresidente le respondió sin titubeos.

Uribe tampoco dejó pasar por alto el ‘perdón social’ que ha puesto Petro sobre la mesa y, aunque planteó que está dispuesto a dialogar, pidió que no lo incluyan en esa órbita que –en su momento– representó un escándalo para el presidente electo por la visita de su hermano, Juan Fernando Petro, a La Picota.

Al hablar de la reunión, el exmandatario reconoció que la realidad política del Centro Democrático no es la mejor y agradeció al presidente electo por atenderlo a pesar de que se ha visto afectado por su situación judicial. “Agradezco al presidente electo por la invitación y la reunión. Tuvo paciencia de escucharme. Por las circunstancias principales mías, que son difíciles y también de nuestro partido, que pasó de ser el primero a ser el cuarto en el Congreso”.

Queda la expectativa sobre lo que será el futuro cercano del partido de Uribe, que tendrá que hacer su reunión de bancada para definir, junto a Uribe, cuáles proyectos del gobierno electo aprobarán y a cuáles se opondrán.

Sobre la oposición legislativa que hará el Centro Democrático, Uribe le bajó el tono al discurso radical de congresistas como María Fernanda Cabal y dijo que su colectividad apoyará los proyectos presentados por el gobierno que considere positivos para el país y hará una “oposición razonable” a los que considere que serían inconvenientes.

Otro tema que no dejó pasar por alto Uribe fue el energético. Al respecto, aseguró que Petro “recibe una buena herencia porque el país ha avanzado en energías renovables y ha recuperado las posibilidades de que no se agote el petróleo ni el gas”, y reveló que el presidente electo le manifestó su preocupación por el manejo de Ecopetrol e ISA, en cuyas juntas directivas se mantendrán fichas de Duque.

En lo relacionado con Antioquia, el expresidente le pidió que se concluyan lo antes posible las obras de Hidroituango para que ponga en marcha el megaproyecto. Esto, después de que Petro aseguró que prefiere una inauguración segura a una hecha “con afán”.

Aunque no hay fecha definida para un segundo encuentro, Uribe aseguró que estará “molestando” al presidente electo a través de su canal de comunicación directa y aclaró que, si no asiste a su posesión, lo llamará para felicitarlo.