Al terminar la guerra de Vietnam, el Ejército de Estados Unidos, convencido de que el helicóptero era una herramienta fundamental para el futuro, empezó a buscar el reemplazo del UH-1 Huey, que hasta ese entonces fue el utilizado por ese país en ese conflicto. A partir de ahí, apareció el UH-60 Black Hawk, una aeronave que reunía las características necesarias para misiones de ataque o de transporte de tropas en cualquier escenario.
En los diferentes campos de batalla, el Black Hawk poco a poco comenzó a ganarse el prestigio que ahora tiene, su versatilidad y capacidad lo convirtieron en uno de los helicópteros más usados por diferentes Fuerzas Armadas del mundo entero como las de Estados Unidos, Korea del Sur, Turquía, México, Colombia, entre otros.
Actualmente, la flota de Black Hawk que hay en Colombia es la tercera más grande del mundo. En el país la Policía, la Aviación del Ejército y la Fuerza Aérea utilizan estas aeronaves principalmente para operaciones de asalto y ataque contra grupos armados ilegales desde los años 80.
La experiencia adquirida en el terreno, y el cambio que se puede venir en el escenario del conflicto armado colombiano, hace que otro tipo de vientos le soplen al Black Hawk, ahora como una aeronave disponible para el posconflicto.
Aunque la mayoría de esos helicópteros aún se están utilizando para el transporte de tropas o misiones ofensivas, varios de esos aparatos tienen otras responsabilidades, más humanitarias y de servicio a la comunidad. Por eso es muy normal que ahora, habitantes de ciudades, o del mismo campo vean esas aeronaves en misiones de apoyo para apagar incendios, transportar material o evacuar civiles heridos o atrapados.
El Ángel de todos
En medio de combates ocurridos a principios de 2015 en zona rural de Anorí, Antioquia, tres soldados del Ejército resultaron heridos, dos de ellos por proyectil de fusil y otro por un artefacto explosivo. Tras pedir apoyo médico llegó el UH-60 conocido como “Ángel” de la Fuerza Aérea para hacer la evacuación,
“Sacamos a dos de ellos, pero cuando estábamos con el tercero impactaron la aeronave y me tocó quedarme en tierra con el que faltaba, en medio del combate. El soldado tenía un tiro en el pecho y estaba broncoaspirando, nos tocó esperar y aguantar entre ocho y diez horas con la tropa y en medio de hostigamientos hasta que regresaron por nosotros. Dos de los tres soldados evacuados, lograron sobrevivir, entre ellos el que tenía el disparo en el pecho. Ese día pensé que no iba a volver a la casa, que no iba a volver a ver a mi familia”, son las palabras de John Fredy Ibañez, técnico tercero de la Fuerza Área y rescatista de la tripulación que llegó a evacuar a los militares, asegura que “fue una misión que me marcó para siempre”.
Esa es una de las funciones que más se destaca del Black Hawk colombiano. En el país, casi todos días se realizan evacuaciones aeromédicas y no solo a integrantes de la fuerza pública, también a civiles con alguna complicación urgente. Sólo en la Base Aérea de Rionegro (Cacom-5) se realizaron en el 2015 un total de 323 misiones entre operaciones de rescate de personal, evacuaciones aeromédicas, traslado aeromédico y evacuaciones humanitarias.
“Para nosotros, lo más top que hacemos es la evacuación de personal, todo lo que tiene que ver en evacuación aeromédica en combate, poder sacar del área de operaciones a soldados que resultaron heridos por una mina antipersonal o por un combate; a estos helicópteros se le pueden adaptar muchos implementos dependiendo de la misión, si es para evacuación, tenemos grúas, equipo médico, enfermeros de combate”, dice el capitán Jorge Andrés Pinzón Cepeda, piloto de un “Ángel” de la Fuerza Aérea.
Un bombero más
Esta es una época del año en la que el Black Hawk, el mismo que tiene la capacidad de realizar misiones de rescate aeromédico, se viste de bombero y se convierte en pieza fundamental para la extinción de incendios forestales donde el acceso es difícil.
Al aparato se le instala una canasta gigante llamada Bambi Bucket, la cual tiene capacidad para cargar hasta 650 galones de agua.
“Tenemos el equipo torrentula, que es el que mejor se ha adaptado a nuestras condiciones, con el podemos llegar a fuentes de agua que tienen hasta una profundidad mínima de un metro y poder extraer sin complicaciones, para luego llevar el material al incendio”, agrega Didier Terán Sánchez, técnico segundo de la Fuerza Aérea.
Este año, desde la Base Aérea de Rionegro, la FAC ha realizado 57 misiones de extinción de incendios, en las que se han invertido casi 131 horas de vuelo, y cada una de estas le cuesta al Estado 10.5 millones de pesos.
Una voz en el aire
El perifoneo también se convirtió en otra de las funciones que tiene el Black Hawk. El mismo helicóptero, que puede tener un sistema completo de evacuación aeromédica o uno para la extinción de incendios, también se le adapta un parlante de alta definición con el que se pueden emitir mensajes claros desde una altura de mil a tres mil metros.
Con ellos, la Fuerza Aérea no solo hace campañas para invitar a la desmovilización a los integrantes de grupos armados ilegales, también se viene utilizando para campañas de prevención. Ahora en esta etapa del año, se utiliza para emitir mensajes a la comunidad para no quemar pólvora.
La aeronave del posconflicto
Con el transporte de material para la construcción de viviendas, escuelas, puentes y puestos de salud, el UH-60 Black Hawk, es uno de los aparatos de las Fuerzas Armadas más activo en las acciones del posconflicto. Eso es lo que se ha evidenciado en zonas donde la guerra terminó como el Oriente de Antioquia.
“Es indudable que estas aeronaves ya están cumpliendo misiones en un escenario de posconflicto. en el Comando Aéreo de Combate N°5 (Cacom-5) atendemos misiones de búsqueda y rescate en caso de siniestros o desastres naturales; evacuación aeromédica y traslado aeromédico; transporte de personas y materiales hacia lugares remotos; extinción de incendios y perifoneo para comunicar información de manera masiva. El factor más importante con el que nuestras aeronaves cuentan son su personal, tanto en tierra, que mantiene en un muy alto grado de confiabilidad estas máquinas, como de vuelo, quienes cuentan con la experiencia y entrenamiento para cumplir todas estas misiones”. Afirmó el Coronel Carlos Silva Rueda, comandante de Cacom-5.
1111
horas de vuelo cumplieron en el 2015 los Black Hawk del Comando Aéreo de Combate N°5 de Ronegro.
323
misiones de evacuaciones aeromédicas o traslados humanitarias realizaron las aeronaves este 2015
10.5
Millones de pesos cuesta una hora de vuelo de un helicóptero UH-60 Black Hawk en Colombia.
