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El “capo” del turismo sexual de Cartagena tendría sede en Medellín

  • FOTO MANUEL SALDARRIAGA
    FOTO MANUEL SALDARRIAGA
19 de agosto de 2018
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Fueron las quejas de vecinos las que dejaron ver que en la casa Benjamin, en El Laguito, exclusivo sector de Cartagena, se organizaban fiestas con excesos y bacanales de tipo sexual, en los cuales las trabajadoras sexuales y las drogas, presuntamente, no faltaban.

La casa estaba al cuidado de varios israelíes, que fueron el blanco de las investigaciones que se vinieron después. El fiscal delegado Mario Gómez señaló que por más de seis meses se les hizo seguimiento. Y fue entonces cuando descubrieron que dos israelíes que estaban en este lugar integrarían una red dedicada a ofrecer servicios sexuales a hombres provenientes de Israel, y sobre todo a militares retirados de ese país. A esa red la denominaron ‘VIP’, pues no cualquiera podía tener acceso a estas fiestas. Incluso, las trabajadoras sexuales que estaban en el lugar eran escogidas con estrictos controles. La Fiscalía señaló que en esas fiestas sexuales las drogas no faltaban.

Los dos israelíes señalados de estar al frente de la casa Benjamin son Samuel Schraer y Liad Tsukrel. Pero no estarían solos, ya que las indagaciones dejan ver que de la red de los ‘VIP’ también harían parte el venezolano Iván Francisco Sánchez Mariano, y los colombianos Marcos Marriaga Zabaleta, Margedis Vivero Arias y Georgina Álvarez Torres, presuntamente.

Pero las indagaciones fueron más allá y la Fiscalía, con el apoyo de Migración Colombia, la Dijín de la Policía y la agencia HIS de Estados Unidos, empezaron a atar cabos.

Fue así como descubrieron que al frente de los ‘VIP’ estaban un extranjero ya muy conocido en el país por sus incidentes con la justicia: el israelí Assi Moosh, según explicó a este medio el fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira.

También en Medellín

Y este hombre no solo tocaba los hilos del turismo sexual, incluso con menores, en Cartagena. La Fiscalía indicó que su ‘negocio’, al que habría vinculado a menores de edad, también estaba en Santa Marta, La Guajira, Bogotá y Medellín.

“Era el coordinador jefe, o el capo de esta red de israelíes, que convirtió no solo a Cartagena con la casa Benjamin, sino también en Taganga y en la zona de Palomino -La Guajira- como destino turístico particularmente de personas que terminaban la prestación del servicio militar en Israel. Y así fue creciendo su actividad. Venían a Colombia en una actividad en años sabáticos con recursos que les paga el estado de Israel después de prestar el servicio militar y se despegaban en actividades sexuales altamente repudiables, al punto que contrataban fincas y hacían festividades ilícitas. Esas actividades en su momento fueron intervenidas con Migración Colombia. Se hicieron operativos muy importantes que el país nunca conoció, donde eran verdaderas hordas de extranjeros, de israelíes que llegaban al país y les ofrecían toda clase de bacanales punibles y que fueron objeto de intervención en su época”, explicó el fiscal Martínez.

Este señaló que todo eso hizo que buscaran medidas eficaces para poner en cintura a Moosh y a las personas que se habrían aliado con él. Esto llevó a que Colombia, en común acuerdo con Israel, realizara actividades de seguimiento judicial para así lograr su judicialización.

El búnker de Taganga

Aunque en Cartagena no se hablaba de Moosh, en Santa Marta la situación era distinta. Allá era reconocido por las fiestas sexuales en el hotel Benjamin, en Taganga.

Este era considerado un búnker donde solo israelíes podían entrar, además de mujeres colombianas que iban a prestar servicios sexuales. Entre estas también habría menores.

Al sujeto lo investigan por presunto tráfico de drogas en Holanda. También por su supuesta relación con la mafia de los Yakuza en Japón, pero a través de un video que envió a un medio de comunicación negó todos estos señalamientos.

En este reconoce que gracias a su trabajo como militar, recorrió Asia, Europa y África, pero en la única parte donde demoró tanto tiempo fue en Colombia, donde se arraigó en Taganga.

Vivía en ese balneario y tuvo dos hijos con una mujer. Luego, uno más con otra. El hombre fue expulsado de Santa Marta luego de las indagaciones por las fiestas sexuales, drogas y acceso sexual a menores en medio de estas. Por ello, en noviembre de 2017 este hombre fue detenido en Santa Marta por Migración Colombia y lo expulsaron del país.

“En su momento se le planteó al propio gobierno que no se le expulsara del país, ante la inminencia de la acción judicial por parte de Colombia, pero las autoridades migratorias optaron por la expulsión y eso impidió en su oportunidad que pudiéramos empezar procesos de imputación y judicialización en Colombia”, señaló el fiscal Néstor Humberto Martínez.

Pero las autoridades seguían tras sus redes y fue así como procedieron en un operativo en la casa Benjamin en Cartagena, en medio de la operación Vesta de la Fiscalía, que a su vez generó investigaciones contra redes de turismo sexual en distintas partes del país desde hace seis meses y que se espera arrojen capturas próximamente. Cartagena fue solo el comienzo.

Las indagaciones en torno a la operación Vesta dejaron la desarticulación de la red de Assi Moosh en Cartagena.

Y a finales de julio pasado los presuntos miembros de esta fueron capturados en la casa Benjamin en El Laguito. Los llevaron ante un juez de Garantías y este los aseguró por los delitos de demanda de explotación sexual comercial con menor de 18 años, proxenetismo, inducción a la prostitución, estímulo a la prostitución de menores y concierto para delinquir. Ahora las autoridades, ya no solo de Colombia, están tras la pista de Assi Moosh.

“Contra este se logró expedir una orden de captura y hemos pedido a la Interpol su colaboración mediante la Circular Azul para identificarlo y traerlo al país con el objeto de que responda por los ilícitos que presuntamente cometió y que les están siendo imputados”, dijo el fiscal General de la Nación.

El fugado

En el operativo en la casa Benjamin en El Laguito fue capturado un tercer israelí. Se trata de Bonen Asaf. Las autoridades aclararon que este no tiene que ver con la red ‘VIP’, pero aseguran que lo hallaron con varias dosis de droga en la casa Benjamin cuando hicieron el operativo allí. Tras ser presentado ante un juez de Garantías, le dieron detención domiciliaria. La medida la cumplía en un apartamento en El Laguito, pero decidió huir y se fue a Bogotá, violando la medida. Luego tomó un vuelo a México, pero Migración Colombia le hacía seguimiento. Cuando llegó al país azteca, fue detenido. Lo regresaron a Bogotá en el mismo vuelo en que llegó a México. Allí fue presentado nuevamente ante un juez, que lo procesó por el delito de fuga de presos y lo mandó a la cárcel.

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