Katerine Andrea Martínez, conocida como alias Gabriela, y Carlos Eduardo Mora González, son dos de los principales detenidos por su presunta participación en el atentado que dejó gravemente herido al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.
Ambos permanecen privados de la libertad en el búnker de la Fiscalía General de la Nación. Sin embargo, según advirtió la fiscal del caso durante una reciente audiencia, la vida de los señalados cómplices estaría corriendo peligro.
Contexto: “Es una estructura criminal muy peligrosa”: capturados por atentado a Miguel Uribe dicen que los quieren silenciar
“Señalan que esta es una estructura criminal muy peligrosa, con muchos alcances y que podría tener riesgo su vida. De hecho, a través de la sección de análisis criminal de la ciudad de Bogotá, del CTI Bogotá, se recibió una alerta temprana que indica que se estaría buscando afectar precisamente a las personas que están vinculadas, en este caso a los testigos para que no declararan en contra de las otras personas que se encuentran vinculadas con este caso”, afirmó la fiscal, quien además advirtió del alto riesgo de obstrucción a la justicia.
“De manera que existen elementos de los que se pueda inferir que efectivamente se podría inducir a los otros coimputados, o testigos, para declarar falsamente o no declarar en este caso. De manera que existe elementos que pueden indicar el riesgo para la justicia”, añadió durante la audiencia revelada por Caracol Radio.
Alias Gabriela, la joven capturada en Caquetá
Alias Gabriela, oriunda de Soledad (Atlántico), fue la tercera persona capturada en relación con el ataque. Su detención ocurrió en la tarde del 14 de junio, una semana después del atentado perpetrado el pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá.
La mujer de 19 años fue interceptada en una vía pública de Florencia (Caquetá), hasta donde huyó tras el crimen y se cambió el color del cabello para intentar evadir a las autoridades. Fue trasladada en avión a Bogotá para comparecer ante la justicia.
La Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa, tráfico y porte de armas, y uso de menores de edad para la comisión de delitos.
Las pruebas reina en su contra serían los videos de cámaras de seguridad que la ubican descendiendo de un Chevrolet Spark gris, vehículo clave en la operación, desde el cual el menor de 15 años —quien fue el primer capturado e imputado del caso— habría recibido el arma Glock con la que se disparó contra Uribe.
Según la investigación, Katerine Martínez habría solicitado el servicio de moto para llevar al joven sicario al sitio del evento donde se encontraba Uribe. Al momento de su captura, portaba dos celulares de alta gama y un millón de pesos en efectivo.
Carlos Mora, clave en la logística del atentado
Por otro lado, Carlos Eduardo Mora fue el segundo capturado por este caso. Su detención se realizó el 12 de junio, cinco días después del atentado.
Las cámaras de seguridad lo registraron conduciendo el Spark gris que vigiló varias veces el área donde se perpetró el crimen. La Fiscalía considera que su papel fue determinante en la logística del ataque. Este hombre también habría facilitado el cambio de ropa del adolescente antes de disparar contra el político.
A Mora se le imputaron cargos por tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores para delinquir.
Ambos capturados han hecho saber a las autoridades que temen por su seguridad, según reveló la Fiscalía. De los eslabones más importantes en medio de esta red se encuentra también capturado alias El Costeño, miembro de una organización criminal dedicada al microtráfico y al sicariato.
¿Quién es alias El Costeño, otro capturado del caso?