Pese al inicio del piloto que marca el regreso de visitas a las cárceles en Colombia, los privados de la libertad y los guardias dicen tener algunas preocupaciones al respecto.
Este viernes, se conoció que el establecimiento penitenciario La Paz, ubicado en Itagüí, se convirtió en el primero de Antioquia en habilitar paso al encuentro entre reclusos y sus familias.
Entre los 1.200 internos albergados allí, hasta ahora 60 han presentado solicitudes para recibir a sus parientes.
De acuerdo con Jorge Carmona, defensor de la población privada de la libertad, hay cierto malestar entre la población carcelaria, toda vez que este piloto contempla reuniones tipo entrevista y respetando dos metros de distancia entre el recluso y su visitante.
Según lo que le han manifestado varios internos –comentó Carmona– consideran que una visita en esas condiciones les causa la sensación de ser “discriminados”.
“Por eso en La Paz de Itagüí apenas se inscribieron 60 personas. Ellos están pidiendo que las visitas sean normales, como venían siendo antes de la pandemia”, mencionó el activista y agregó que la duración estipulada en el piloto (45 minutos), no los convence del todo puesto que “no se pueden tocar y no se pueden abrazar”.