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¿Cómo no recordar a esa primera persona que nos contagió con su alegría y creatividad y las ganas de aprender.
Los profes, como cariñosamente se les llama, tienen una labor muy importante en la primera infancia, por lo que cabe preguntarse ¿cómo deben de ser lo docentes de un jardín y un preescolar?
Ante esto Mabel Ortega Zapata, licenciada en Educación Preescolar y especialista en Familia responde “lo ideal es que sean personas que primero amen lo que hacen, es decir, que les gusten los niños. Además, que les guste la pedagogía, que sean humildes porque uno de los niños aprende mucho; con muy buena disposición de atención al menor, afectuosas, que les permita hablar y sepan escuchar a los niños y que estén actualizándose sobre metodologías, teorías y estrategias de las nuevas enseñanzas”.
La también máster en Neuropsicología y Educación maneja un concepto de maestro haciendo referencia a una persona más diestra que acompaña a los niños en cada uno de los procesos que viven, para esto, sostiene, que los profesores de estos niveles deben conocer detalladamente los procesos del desarrollo según la edad y en cada aspecto (lingüístico, social, lógico, artístico y emocional, entre otros).
“Es muy importante conocer cuáles son los procesos de los niños de preescolar, desde que nacen hasta los seis o siete años, tienen que saberlo muy bien para que pueda hacer el acompañamiento desde lo emocional, lo académico, lo social y lo familiar”, enfatiza.
Los padres desde su experiencia, conocimiento o necesidad están buscando algo específico en el jardín donde matriculan a sus hijos, pero también, esperan cualidades en los docentes.
“Los padres piden personas que cuiden a sus hijos, los traten bien, los feliciten, los estimulen cuando hacen cosas adecuadas, que los niños puedan desarrollarse y aprendan mucho. Piden que los maestros sean afectuosos, juguetones, comprensivos, estudiosos, preparados y creativos; así podrán propiciar actividades que los padres por falta de tiempo, conocimiento o no simplemente no pueden hacerles”.
Esta experta reúne en dos las principales solicitudes: los padres que quieren que los cuiden, los comprendan y acompañen, independientemente si aprenden mucho o no; y los que desean que se les imparta conocimiento y tareas, claro está, con cariño y atención.
Para los jardines y preescolares es importante que sus profesores estén preparados, con alta capacidad para la investigación, creativos, propositivos, den soluciones y con capacidad para trabajar en equipo, para generar proyectos de cooperación con sus pares.
“Buscan personas con capacidad de escuchar a los niños, jóvenes para que puedan estar en constante actividad con los niños, y fundamentalmente, con muy buena inteligencia emocional, esto para que no se salgan de casillas cuando tengan chicos con dificultades o se presente situaciones complicadas. Además, respetuosas de los procesos, que logren comprender el uno al uno para trabajar desde la singularidad y desde lo que cada niño es”, explica Mabel Ortega Zapata.
Finalmente, los jardines buscan personas con principios y valores, honestas, alegres, respetuosas y que sepa relacionarse, que no sean impositivas; porque estas serán las que estén por más tiempo con los niños, los mayores tesoros de una familia y una sociedad.