EE. UU. desconfía de política antidrogas del Gobierno Petro y pide presionar para erradicar cultivos

Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que “es muy difícil tener éxito si no hay presión frente a los cultivos”. Aún así, aseguró que las conversaciones con el Gobierno de Colombia continuarán.

Imagen de referencia de la erradicación de cultivos de uso ilícito en Colombia. FOTO: COLPRENSA

El Gobierno del presidente Gustavo Petro recibió otro portazo de Estados Unidos para su estrategia de erradicación de cultivos de uso ilícito y su nueva política antidrogas con la que quiere regir al país.

Durante una sesión que citó el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos para hablar de Brasil, el tema de conversación se desvió un par de minutos hacia el caso de Colombia.

Con una evidente preocupación, los asistentes de ese encuentro dijeron que no confían en que los métodos de erradicación manual y voluntaria ofrezcan los resultados que necesita el país ante una creciente producción de cocaína.

Ante cuestionamientos de senadores republicanos sobre la erradicación de cultivos de hoja de coca en Colombia, un alto funcionario del gobierno de Joe Biden respondió que la Casa Blanca también tiene dudas sobre ese tema.

Se trata del subsecretario para asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado de EE. UU., Brian Nichols.

Según él, “Petro ha dicho que quiere reevaluar las políticas antinarcóticos de anteriores administraciones y como parte de esa reevaluación quería tener un programa puramente manual de erradicación”, una afirmación que concuerda con lo que el presidente Petro está haciendo en el país, pues los primeros meses de este 2023 ha habido una histórica reducción de erradicación de cultivos en el país.

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Esto último porque el Gobierno asegura que se está enfocando en combatir la cadena productiva y a los narcotraficantes y en no atacar a los pequeños cultivadores de hoja de coca del país que, en el papel, son la mayoría.

Así las cosas, el alto funcionario Brian Nichols concluyó diciendo que “es muy difícil tener éxito si no hay presión frente a los cultivos, especialmente antes de que un programa de erradicación voluntaria esté funcionado”.