La plenaria del Senado abrió este miércoles la discusión en torno a la enajenación del 57,61% de las acciones del Estado sobre Isagén, venta con la que buscan recursos entre 4,7 billones y 9,3 billones de pesos para financiar proyectos de vías 4G.
Sin embargo, congresistas que se oponen a la venta y hasta órganos de control, han advertido que esto podría implicar riesgo para el mercado eléctrico y la estructura tarifaria, además que ese sector estratégico dependería ahora de manos de privados.
Para Sofía Gaviria, senadora citante de la bancada liberal, la iniciativa atenta contra el desarrollo del país, argumentando que esta venta va en detrimento del patrimonio nacional.
“Sin energía no hay desarrollo (...) no queremos un Estado que se niega a mantener un activo para venderlo, por un riesgo que no son capaces de atender”, dijo la congresista, que está entre la lista de 80 senadores que firmaron una petición en contra de la venta de Isagen.
Además, resaltó que contrario al propósito del gobierno, la venta afectará directamente la regla fiscal, al poner en riesgo una rentabilidad de mas del 12%, frente a una proyección “que le han metido a los colombianos de que las 4G nos van a producir más”, dijo la senadora.
En su intervención, Gaviria advirtió que uno de los oferentes, la firma Colbún de Chile, cuenta con poco ‘músculo financiero’, por lo que se descapitalizaría la segunda empresa energética más importante del país. Asimismo, mencionó demandas contra las firmas GDF Suez de Francia y Brookfield de Canadá, quienes entrarán en la puja por Isagen desde el próximo 19 de mayo.
Horacio Serpa, también del liberalismo, indicó que si se da la venta, después el turno será para Isa y Ecopetrol, por lo que presentará una proposición al presidente Juan Manuel Santos, para que disponga que no vendan a Isagen, hasta que no haya un estudio.
Por el contrario, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, defendió la iniciativa y explicó que la propuesta del Gobierno es tener energía e infraestructura, sin sacrificar la energía.
“En el pasado ha habido muchas privatizaciones que han financiado al Gobierno. En este caso nosotros queremos es convertir un activo en otro, movilizando un activo y unos dividendos hacia el sector de la infraestructura se genera valor y muchos empleos”, dijo el Ministro.
Cárdenas argumentó que el flujo promedio anual de recursos que recibe la nación por los dividendos que paga Isagén, ha estado alrededor de $100 mil millones en los últimos 10 años. También detalló que la Financiera de Desarrollo Nacional, FDN, apalancará los recursos que se obtienen por venta de acciones de Isagen hasta 5 veces, por lo que los recursos de esa empresa podrán convertirse en $25 billones.
“Es mejor para Isagen tener un accionista con mayor músculo financiero y permitir que la empresa crezca, es una empresa que independientemente de si está o no, el Gobierno va a participar en los proyectos en la medida que sean rentables”, concluyó el jefe de la cartera económica.
Una posición similar vino por parte del senador Armando Benedetti, quien indicó que “Isagén no es de los colombianos, sino de sus directivos”, defendiendo que los recursos que vendrán de la venta, no se utilizarán como caja menor para infraestructura.
“El dinero irá directamente al Fondo Nacional de Desarrollo, entidad que administrará esos recursos para las obras que necesite el país o las necesidades que surjan y se estima que por cada peso que se preste, devolverán 5. Una garantía de esto es que ese fondo lo administrará el Gobierno junto con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otros organismos multilaterales. Si la plata se va para ese fondo, se capitalizará y ganaremos todos los colombianos”, dijo el senador.
Por su parte, el senador Mauricio Lizcano dijo que la expansión eléctrica no se resolverá si se vende Isagén a los privados, sino que por el contrario, se aproxima más al desabastecimiento si le entrega todo a los privados.
En desacuerdo estuvo el senador Iván Duque, del Centro Democrático, quien calificó la enajenación como ‘la crónica de un despojo anunciado’, que provocará un esguince fiscal endeudando a la empresa para pagar sus dividendos.
“Vender Isagén sería premiar derroche y falta de creatividad financiera del Ministerio de Hacienda”, criticó Duque.
El senador Jorge Enrique Robledo agregó que las vías 4G no producirán ingresos financieros, por lo que la privatización sí generará presiones sobre los ingresos del gobierno, ya que esas inversiones no buscan mayor productividad, sino un mayor estímulo en la economía.
“Decisiones como esta son muy propias de un gobierno como el de Santos, que anda más pendiente de cuadrarles los negocios al “míster” que en resolverles los problemas a los colombianos. Esta es otra decisión que es necesario derrotar con una amplia unidad y movilización de diversos sectores sociales”, concluyó el congresista.
Los congresistas que no quieren la privatización cuestionaron que se haya aprobado un Plan Nacional de Desarrollo sin un financiamiento garantizado, por lo que pidieron buscar fuentes alternativas para la ejecución de proyectos de infraestructura, sin que se ponga en riesgo a Isagen.