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Con la ampliación de los resguardos indígenas de Puerto Sábalo y Monochoa, en Caquetá, quedó protegido el Parque Nacional Natura más grande del país, Chiribiquete. Son 600 familias que desde ahora custodiarán el área protegida. Con la decisión se garantiza que este sea un corredor de conservación, evitando la deforestación en la Amazonia y protegiendo la cultura ancestral de etnias como los murui muina, quienes representan la mayor parte de la población de la zona.
Es de anotar que según el más reciente informe del Ideam, solamente en Caquetá hay cerca de 10.000 hectáreas deforestadas, siendo este el departamento más afectado.
El director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper, explicó que se aprobó la ampliación de un 1,6 millones de hectáreas en áreas colindantes con el Parque y que con esta decisión, ahora son las familias indígenas las encargadas de proteger el ecosistema. “Esta tierra es de todos y se debe usar para preservar el ambiente”.
Luis Alberto Fiagama, presidente de Asociación de Cabildos Indígenas del Bajo Caquetá, dijo que esto lo habían soñado durante años: convertirse en los guardianes de la región. “Lo que hemos pensado es tener esto bonito. Vamos a ayudar con la tarea de protección”.
El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, explicó que la importancia de esta ampliación radica en que se configuró un corredor estratégico entre el área protegida y el territorio indígena, lo cual permite el desplazamiento de las especies y el funcionamiento de los ecosistemas. “La titulación de tierras a comunidades indígenas es clave para reducir la deforestación y la degradación forestal”.
La riqueza de esta área radica, entre otras cosas, en que se han reportado, según información de Parques Nacionales, 300 especies de aves, 72 de escarabajos, 313 de mariposas, 261 de hormigas, seis especies nuevas de libélulas, cuatro de felinos, 48 de murciélagos, ocho de roedores, dos especies de delfines y 60 de peces.
“Esta decisión contribuye a que el país se adapte al cambio climático, a la protección y conservación de la biodiversidad. Hay que tener en cuenta que el lindero de la ampliación cierra la expansión de la frontera agrícola y uno de los principales focos de deforestación localizado en el Bajo Caguán, en Caquetá”, explicó.
Es de anotar que este trabajo se realizó con la participación de la ONG Amazon Conservation Team, la cual suscribió un convenio con el Incoder y luego con la Agencia Nacional de Tierras, para apoyar todo el trámite.
Carolina Gil, directora de la organización, explicó que este proceso inició con una ruta de trabajo concertada con las comunidades Aunque el trabajo inició en 2013, fue en 2015 cuando se llegó a un acuerdo en focalizarse en dos temas específicos: territorio y fortalecimiento de la gobernanza. Destacó que además de la protección ambiental, buscan salvaguardar la vida de los indígenas .