Al tiempo que miles de trabajadores han retornado a sus empresas para mantener la economía a flote, otro porcentaje ajustó cuatro meses de confinamiento ejerciendo sus deberes laborales con los recursos disponibles en su hogar.
Esta última situación obliga al Gobierno a regular los costos de esa nueva modalidad, pues se estima que hay tres millones de personas que hoy ejercen su labor desde casa o teletrabajan en el país, según el Ministerio de Trabajo, cuando antes de la pandemia se tenían registradas 122.000. ¿Y cómo lo hará? A través de un proyecto de ley que llevará al Congreso de la República en los próximos días, aunque se venía anunciando desde el 20 de julio.
Los principales aspectos que se incluirán en el articulado, que actualmente se encuentra en revisión jurídica en Palacio, contemplan los elementos que se usan para desarrollar el trabajo en casa, los costos de la conectividad, los riesgos laborales y los límites en los horarios de las comunicaciones por medio de plataformas como correos electrónicos y WhatsApp.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, explicó que con la normativa se quiere responder a las diferentes inquietudes de los trabajadores y de algunos empleadores, en vista de que la pandemia ha hecho que la cuarentena se extienda.
“Hay que empezar a regular y algunos temas hay que llevarlos al Congreso de la República. Por ejemplo, el de los elementos con los cuales el trabajador debe desarrollar sus actividades, eso se tiene que regular. Es posible que se llegue a concertar con los empleadores, pues ya está dispuesto en la norma del teletrabajo, pero hay cosas que se deben reglamentar y definir sobre el trabajo en casa”, indicó el ministro.
Elementos y conectividad
Entre lo que se requiere para ejercer actividades laborales en el hogar se encuentran equipos como computadores y teléfonos, así como mobiliario de oficina, pues la mayoría de los empleados tuvo que usar sus elementos personales y, en algunos casos, adquirir de su propio bolsillo escritorios y muebles que les permitieran tener espacios más cómodos para trabajar.
“Hay mucho vacío sobre varios asuntos, como que el trabajador asume los costos que debería asumir la empresa. Incurre en pagos de conectividad, de servicios públicos, de uso de equipos, entre otros”, expresó Alberto Orgulloso, director de la Escuela Nacional Sindical.
Un profesor de una universidad privada de Medellín, que prefirió omitir su nombre, señaló injusto que durante estos meses haya tenido que disponer de la infraestructura de su casa para desarrollar sus actividades académicas sin ningún tipo de reconocimiento económico por parte de su empleador.
“En la universidad permanecía un promedio de diez horas diarias y todo lo que gastaba allí se ha trasladado a mi hogar. Los servicios públicos, por ejemplo, se me han incrementado entre 30 % y 40 %, y lo estoy asumiendo yo. No se pueden quedar tan tranquilos trasladando los costos de operatividad a nuestras casas, porque estas no son sucursales de las empresas”, dijo.
Acerca de los costos de internet y servicios públicos como la energía, vale anotar que el MinTIC estableció recientemente que las empresas debían convertir el auxilio de transporte en uno de conectividad, por lo que estos valores ya están compensados. Sin embargo, la normativa también busca regular en ese sentido, pues no todos los trabajadores reciben este tipo de prerrogativas.
Carlos Velásquez, director de Higiene, Seguridad y Ambiente de ARL Sura, quien consideró que la legislación es necesaria, señaló que aunque los trabajadores han asumido diversos costos, también se deben considerar los ahorros que se generan laborando en la casa, como el gasto en transporte. “Esas compensaciones deben quedar claras en la legislación, como lo hizo el Decreto 771 de 2020 con el auxilio de conectividad digital”.
Riesgos laborales
Otros aspectos que abordará el proyecto tienen que ver con las consecuencias para la salud mental y física de ejercer estas actividades desde la casa, y durante periodos tan prolongados.
Sobre los riesgos laborales, el ministro Cabrera afirmó que se “darán instrucciones a las ARL —administradoras de riesgos laborales— para que manejen el tema de prevención y que estén atentas con el trabajador y los empleadores”.
Entre otros, se destaca la incidencia en la salud mental en este ambiente nuevo. “Hay que regularla y en tal sentido estamos recibiendo inquietudes para saber cómo construimos el proyecto”, explicó el titular de la cartera laboral.
En efecto, las ARL han identificado que trabajar de forma remota puede incidir en que las personas sufran descompensaciones físicas por ansiedad, motivadas por el temor a perder el empleo, la carga laboral o el miedo a enfermarse.
“Me preocupa el tema de la salud mental y el del incremento en la violencia intrafamiliar, que hemos visto que ha crecido, sobre todo en Colombia, y no en vano vemos las propagandas del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Salud en ese sentido”, aseguró Gema Uribe, gerente técnica de ARL Sura.
Además de la salud de las personas, considera que estas situaciones afectan la productividad y el desempeño laboral. Para apoyar en la prevención, esta aseguradora dice haber intensificado la comunicación con las empresas afiliadas, para que conozcan y afronten los posibles riesgos.
Horarios y límites
La regulación del trabajo en casa también busca responder el reclamo de los colaboradores para que se pongan límites a los horarios en que deben atender los requerimientos de las empresas.
“Hemos llevado el trabajo a la intimidad, con las consecuencias directas que ello tiene en cargas de estrés, porque eso se tiene que combinar con el cuidado de los hijos, cocinar, el ocio y el encierro”, indicó el citado profesor universitario.
Ante esto, el ministro Cabrera especificó que se definirán horarios para que se pueda conjugar la familia y las actividades laborales, incluso considerando situaciones especiales, como las de mujeres cabezas de hogar.
Asimismo, señaló que la forma en que debe darse la comunicación entre empleados y trabajadores también será reglamentada, restringiendo el envío de mensajes a través de correos electrónicos y plataformas de mensajería instantánea, tipo WhatsApp, a los horarios laborales.
Sobre estos aspectos, el director de la Escuela Nacional Sindical considera que no es necesario regular, porque la legislación es clara. “El Gobierno podría hacerlo por reglamentación administrativa. El trabajador hoy tiene derecho a una jornada, que es la pactada en el contrato. El empleador no puede invadir la privacidad del empleado ni su tiempo de descanso. Que se cumpla la ley respecto a la jornada laboral de 48 horas y que toda actividad que supere estos tiempos sea considerada como horas extra y se remunere de acuerdo con la ley”, puntualizó.
Empresas buscan adaptarse
A medida que se ha ido regulando de manera temporal el trabajo en casa y mientas se establece una legislación definitiva que dé más claridad, algunas compañías han buscado atender los requerimientos de sus empleados en distintos aspectos. Paulatinamente, han llevado hasta las casas los equipos y mobiliario necesario, han prestado apoyo tecnológico y han establecido vigilancias permanentes a las condiciones de salud de sus trabajadores.
La adaptación a esta ‘nueva normalidad’ ha sido más fácil para organizaciones como la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, que pudo garantizar la plena operación en el periodo de cuarentena estricta de marzo, así como mantener e incluso aumentar los puestos de trabajo, gracias a que ya había adoptado un programa de trabajo flexible y teletrabajo.
“Estábamos muy preparados porque los líderes ya sabían cómo actuar, teníamos personas con sus equipos en teletrabajo, entonces literalmente dijimos que todo el mundo se quedaba en la casa. Hicimos una adecuación para asegurar la continuidad del negocio y pudimos hacer que todo el mundo estuviera seguro y cumpliendo sus funciones”, dice Rafael Uribe, director Administrativo y de Gestión Humana de la Cámara.
Durante las primeras semanas del confinamiento, y hasta hace unas cuantas que restableció la atención al público, en la entidad se han ido cambiando equipos, entregando descansapiés, sillas y otros elementos; al tiempo que se han desarrollado campañas para promover pausas activas y conocer el estado de salud de las personas, pues aún el 85 % de los 380 empleados permanece en su hogar.
El directivo reconoce que estas medidas no constituyen una solución definitiva, sino que responden a una adaptación para afrontar las nuevas circunstancias. Incluso, señala que son muy diferentes a las condiciones de quienes teletrabajan, que tiene unas exigencias de ley muy puntuales (ver Radiografía).
Para la construcción del articulado definitivo del proyecto que dará las luces sobre cómo asumir el trabajo en casa, el Ministerio de Trabajo aseguró haber escuchado inquietudes de instancias que representan tanto a los trabajadores como a los gremios, de manera que se establezcan las mejores prácticas.
En tal sentido, la directora técnica de la ARL Sura invitó al gobierno a que se consulte a las aseguradoras, a través de Fasecolda —el gremio que las representa—, de manera que puedan hacer aportes relacionados con su actividad.
Eso sí, el ministro Cabrera prometió que la iniciativa para regular el trabajo en casa establecerá que se deben mantener las condiciones de los contratos y los derechos laborales que “no se deben tocar de ninguna manera”.
122.000
teletrabajadores había en Colombia antes de la pandemia: Mintrabajo