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La pregunta, que surge después de conocer ese y otros nombres, únicos en el país, con los que algunas familias decidieron nombrar a sus hijos en 2018, tiene una respuesta clara, consultadas fuentes de la Registraduría: no.
El funcionario encargado de este trámite, un registrador, no puede negarse a inscribir el nombre que los padres deciden para su hija o hijo. Esta determinación recae solo en ellos como progenitores. Es posible, si lo hace respetuosamente, sugerir otras posibilidades, pero la decisión final no está en sus manos.
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Sin embargo, si después de 5 años la familia considera que se equivocó con Valloleidys, Yariangelis o Betsililiana, puede acercarse a la Registraduría y efectuar el cambio. Para ello es necesario llevar el registro civil del menor de edad, y se sugiere que vayan los dos padres.
Hay una última oportunidad de cambio de nombre, si así lo desea hacer usted. Después de los 18 años, un mayor de edad puede acercarse a la Registraduría y oficializar su nuevo nombre. Este cambio, sin embargo, se puede hacer solo una vez.
En 2018, los cinco nombres más populares para niñas en el país fueron Luciana (26.178), Salomé (18.748), Isabella (17.079), Mariana (11.856) y Antonella (9.419). En varones, los más usados fueron Santiago (13.955), Matías (12.070), Emmanuel (11.165), Emiliano (10.975) y Jerónimo (10.349).
En nombres compuestos, los más usados son Juan y María, con sus respectivas variaciones: