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¡Una tragedia! La noche de muerte y horror en Landázuri, Santander

Las autoridades intentan descifrar por qué fueron asesinados un docente, su esposa y sus dos hijas.

  • Así quedó la casa del profesor Díaz. Los vecinos que llegaron hasta la finca, distante del casco urbano a cuatro horas, lograron rescatar a las dos perras que tenía la familia asesinada. FOTO cortesía
    Así quedó la casa del profesor Díaz. Los vecinos que llegaron hasta la finca, distante del casco urbano a cuatro horas, lograron rescatar a las dos perras que tenía la familia asesinada. FOTO cortesía
¡Una tragedia! La noche de muerte y horror en Landázuri, Santander
13 de septiembre de 2022
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Ni la casa aún humeante ni el olor a tizón que se impregnaba en la ropa de los curiosos que merodeaban la casa, lograron despegar a Negra y a Mona de la puerta de la finca hecha cenizas.

Algunos de los campesinos vecinos dicen que las perritas de raza criolla lloraron y cuántas veces se las llevaron, las mismas volvieron a posarse frente a la puerta dónde vivían sus amos, masacrados en la madrugada de este domingo en Lándazuri, Santander, por hechos que aún son materia de investigación.

“Más raro, ellas no se querían ir. Uno se las llevaba y ellas volvían, hasta que llegaron unos señores de allá del pueblo y se las llevaron para un refugio”, relató el campesino Antonio a este diario.

Pero ni la Mona ni Negra lograron detectar horas antes, con su instinto canino, la muerte que se agazapó detrás de la finca y la tragedia que se presagiaba sobre la familia Díaz Acuña. A las 3:30 de la madrugada, cuando el profesor Álvaro Díaz Pineda, su esposa Loiden Acuña Pérez, su hijo Johan Sebastián Díaz Acuña y su hija de 13 años dormían, cuatro extranjeros salieron de la montaña y tocaron la puerta. Las dos perras no ladraron porque los conocían, y el profesor abrió, porque los reconoció en la penumbra.

Un cuadro de horror

Sin levantarse de la cama, Natalia Calle, una empleada del profesor Díaz, escuchó el golpe de la puerta, pero no se levantó. Estaba medio adormilada, pues la noche anterior sus patrones estuvieron en una fiesta hasta altas horas y no pudo conciliar el sueño.

Natalia se levantó cuando escuchó al profesor gritar y por la hendija de la ventana logró ver que lo acuchillaron. Con los gritos del profesor se levantó Loiden, la esposa y se abalanzó sobre uno de ellos, pero otro de los extranjeros la tomó por el pelo y le asestó una herida con un cuchillo. Aterrorizada, Natalia se escondió en un zaguán cuando vio que los hombres llegaron hasta el cuarto de los hijos y los degollaron. Sin poder gritar, y presa del pánico, Natalia se tiró a rodar por la montaña, no si n antes recibir algunas heridas con un arma blanca de uno de los hombres que se escondió tras la vivienda.

Natalia corrió hasta el sector Miralindo, donde avisó a los campesinos que de inmediato emprendieron una comitiva para llegar hasta la finca del profesor. Cuando llegaron, los labriegos se encontraron con una escena que les estremeció hasta los huesos: la casa fue incendiada y dentro de ellas estaban los cuerpos sin vida y calcinados de la familia Díaz Acuña.

Indignados, los labriegos se organizaron y por medio de audios de WhatsApp organizaron grupos de búsqueda de los que señalaron como asesinos.

“Buenos días, lamentando la situación que se ha presentado, pero necesitamos que las personas que estén por la vía Plan de Armas, alguien que nos pueda comentar hacia donde se dirigen los sospechosos, los del crimen, hacia donde se dirigen”, dice uno de los audios divulgado en Noticias Santandereanas.

Con este plan en marcha, algunos habitantes de la vereda Buenos Aires y de otras aledañas hallaron a los presuntos asesinos y como en la antigüedad, les cobraron ojo por ojo y diente por diente la muerte del docente y su familia: dos de ellos fueron linchados hasta la muertes y los otros dos, entre los que hay una mujer, fueron asesinados con armas de fuego.

Por ahora Natalia se encuentra bajo protección policial en el hospital de Landázuri, luego de ser considerada la única testigo de este crimen que conmocionó a Santander.

Las hipótesis del crimen

Aún sin claridad en cómo ocurrieron los hechos, los investigadores de la Policía de Santander tienen tres hipótesis de por qué pudieron asesinar al profesor y su familia.

Una de ellas es que los hechos se presentaron por intolerancia y después de una fiesta. John Jaime Ruiz, secretario del Interior de Santander, expresó que “el docente estaba departiendo con un grupo de conocidos en su finca. En la reunión se habría desatado una discusión y posteriormente una riña que terminó en la tragedia”.

Infográfico

La segunda versión que analizan los investigadores es que estos extranjeros, al parecer trabajadores de la finca del profesor, habían llegado a robar un dinero que el docente Díaz había recibido por la venta de carbón, pero como él decidió no entregarlo, arremetieron contra él y su familia.

Y la última versión, incluso la entregada por el coronel Frank Cruz, comandante de la Policía en Santander, es que había una deuda de por medio, pero tratan de identificar si el profesor era el deudor o el acreedor y si se trataba de un negocio de una moto que no alcanzaron a concretar.

En la mañana de este lunes, la hija de mayor del profesor Díaz decidió hacerse cargo de Negra y Mona. En medio de su dolor empezó a buscarla en el refugio animal. Aseveró que es lo único que le queda de su familia en una noche que se tornó amarga en Santander .

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