viernes
7 y 9
7 y 9
Personas heridas, calles bloqueadas, estaciones de Transmilenio cerradas y gente en las calles fue lo que se vivió en la noche de este martes pasado en la capital del país.
A un día de que se cumpliera un año del asesinato del abogado Javier Ordóñez a manos de un policía, varias personas salieron a las vías de Bogotá a protestar para exigir, entra otras cosas, no más violencia policial en medio de manifestaciones.
Sin embargo, lo que comenzó en calma terminó en disturbios con varias personas heridas y estaciones de Transmilenio destrozadas. Los lugares en los que se presentaron principalmente estas confrontaciones con el Esmad son la Avenida Cali con Suba; y en Bosa, exactamente en el barrio Bosa Brasil, donde un grupo de personas intentaron destrozar un CAI de la Policía.
“Afortunadamente una oportuna reacción de nuestro grupo móvil antidisturbios (Esmad) logra evitar una mayor afectación”, aclaró el comandante de la Policía de Bogotá, Eliécer Camacho. Luego de los enfrentamientos, el balance de su institución fue de tres policías lesionados, una moto incinerada y una captura por obstrucción.
Para hoy, en Kennedy, Bosa y Usme especialmente se activaron varios mecanismos de seguridad con cerca de 2.000 miembros del Esmad tras las autoridades haber identificado que pueden presentarse nuevas marchas en honor a la muerte de Ordóñez, y que hay riesgo de que terminen también en disturbios.
Esa alarma no solo fue para Bogotá. El ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que la información de las autoridades señaló a Cali y a Barranquilla como otras ciudades en las que pueden presentarse confrontaciones entre manifestantes con bombas Molotov y el Esmad. En Medellín también hay precauciones en caso de que se lleguen a presentar estos actos vandálicos.
El caso Ordóñez
En la madrugada del 9 de septiembre de 2020, según la Fiscalía, dos policías asesinaron al abogado Ordóñez. Se trata de los uniformados Juan Camilo Lloreda y Harvy Damián Rodríguez Díaz, miembros en ese momento de la Policía, quienes golpearon a Ordóñez en más de una ocasión.
Ese día, Lloreda también accionó la taser contra la integridad de Ordóñez, mientras él imploraba que dejaran de hacerlo; y luego en el CAI de Villa Luz, al occidente de Bogotá, continuó la golpiza con puños y patadas, que finalmente llevaron a su muerte.
Por estos hechos ya fue condenado a 20 años de prisión el patrullero Juan Camilo Lloreda, tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía, en el que se comprometió a pedir perdón público ante la sociedad y revelar información sobre otros uniformados que pudieron estar involucrados en el caso.