Como ligerezas y conjeturas sin pruebas, calificó la semana pasada el Consejo de Estado (CE) la inhabilidad de 14 años que el exprocurador general Alejandro Ordóñez le impuso a la exsenadora Piedad Córdoba, por donarle un dinero a un aspirante a la Cámara.
Pero este no es el único caso. En marzo de 2014 el CE también consideró desproporcionada la inhabilidad para ejercer cargos públicos durante 12 años que recibió el exalcalde de Medellín, Alonso Salazar, por su presunta participación en política.
En el caso del exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, destituido 15 años por el manejo de las basuras, a principios de 2014 el Tribunal Administrativo de Cundinamarca suspendió provisionalmente la destitución. Petro tiene medidas cautelares por parte de la CIDH y está a la espera de una decisión definitiva del CE.
A estos se suman otros reveses en sus luchas contra la eutanasia, el matrimonio igualitario, la adopción de parejas del mismo sexo y su más reciente bandera: la ideología de género. El propio vocero de la iglesia Católica en Colombia, monseñor Augusto Castro, dijo que ese concepto no estaba en el Acuerdo Final.
“Esto no le cierra puertas”
Cristian Rojas, docente de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Sabana, dijo que no cree que estos reveses le cierren la puerta a Ordóñez para una aspiración presidencial, pero que ese objetivo sí está en duda por otras razones: no tiene un sector político fuerte, no logra proyectarse en la opinión pública por fuera del cargo y genera mucha resistencia. Agregó que esto lo obligaría a sumarse a otro proyecto, tener un movimiento propio o aspirar al Senado.
“Sí se puede dudar de que la Procuraduría actuó políticamente, también podría haber dudas de que el CE lo haya hecho. Es cierto que Ordóñez representa un sector político completamente opuesto al de Piedad Córdoba, pero también el mismo CE, que tumbó la reelección de Ordóñez, es el que ahora rehabilita a Córboda para la vida política”.
Por su parte Diego Cediel, politólogo de la Universidad del Rosario, dijo que la percepción de que las decisiones de Ordóñez fueron con criterio político son más de sus contradictores, puesto que también sancionó a funcionarios cercanos al uribismo.
“La candidatura de Ordóñez pudo haberse potenciado con su salida de la Procuraduría, porque en muchos sectores generó solidaridad. Gran parte de la ciudadanía no lee las decisiones del CE como errores de Ordóñez. Su figuración en uno de los sectores del No (al plebiscito) es un indicio de que buscará ser candidato”.
¿Sin partido político?
Juan Carlos Escobar, del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioqua, afirmó que el plebiscito le dio oxígeno y que los fallos del CE no le cierran posibilidades. “El CD tiene sus precandidatos y no gusta en algunos sectores. Tendría mayor asidero en el conservatismo, pero también hay resistencia. Le favorece que ambos partidos no tienen una figura de alcance nacional”. Agregó que el PC está muy cercano a la Unidad Nacional y en el CD no lo avalarían porque es más lo “divide que lo que suma”.