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Víctimas reciben versiones de Farc en caso de secuestro ante la JEP

Los sujetos acreditados en el caso 001 podrán conocer lo que dijeron los exFarc.

  • Dolly Castañeda dice que su hija fue secuestrada por las Farc y que en algún punto, antes de 2012, se volvió guerrillera. A la derecha fotos donde supuestamente aparece Ruth. La mamá cree que es ella. FOTOS Archivo
    Dolly Castañeda dice que su hija fue secuestrada por las Farc y que en algún punto, antes de 2012, se volvió guerrillera. A la derecha fotos donde supuestamente aparece Ruth. La mamá cree que es ella. FOTOS Archivo
18 de diciembre de 2019
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Veintidós años, dos meses y tres días hace que Dolly Castañeda no ve a su hija en persona. En octubre de 1997 el frente 34 de las Farc la secuestró, pidió un rescate de 600 millones de pesos que su familia nunca pudo pagar y no la devolvió.

Catorce años después la vio vestida de guerrillera en el video de la liberación de Roméo Langlois, el periodista francés, y hace dos meses en una fotografía vieja publicada en el periódico Qhubo, donde aparecía uniformada, con fusil en mano y acompañada de Julián Conrado, el exguerrillero electo para en la Alcaldía de Turbaco, Bolívar. Esta fotografía reposa en el archivo de Colprensa desde 2011 y fue provista por la Policía Nacional, en una búsqueda inversa se evidencia que varios medios la publicaron en 2012 diciendo que se trataba de una guerrillera de origen chileno.

“Mírele las cejas, los ojos, la forma de la cara, nadie me quita de la cabeza que es Ruth Beatriz”, dijo Castañeda.

Por eso llegó ayer al Paraninfo de la Universidad de Antioquia, donde la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le entregaba a las víctimas las versiones voluntarias de los exguerrilleros de las Farc vinculados al caso 001, conocido como retenciones ilegales.

“Espero mucho y nada. Mi corazón de madre quiere que me digan dónde está mi hija, por qué se la llevaron, por qué no me la devolvieron, pero sé que las Farc nunca dicen la verdad, solo les interesa la impunidad”, anotó la madre.

Ruth Beatriz, psicóloga de 27 años, era jefa de personal en una empresa de transportes en Girardota cuando fue secuestrada. Castañeda aseguró que “si durante esos años ella cambió su pensamiento y decidió volverse guerrillera, no importa —se le aguaron los ojos y con un nudo en la garganta continuó— es mi hija y siento que está viva”.

Y entró al salón donde recibiría la información que la JEP ha recopilado hasta ahora sobre su caso.

Farc lo niegan

Aunque Castañeda habló con Raúl Reyes en 1999 y le confirmó que las Farc tenían a Ruth Beatriz, además le prometió que se la devolvería en algún momento, EL COLOMBIANO conoció que en la versión colectiva recogida por la JEP en Dabeiba (Antioquia) los exguerrilleros negaron haberla secuestrado. Aseguraron que ese no era el modus operandi de la insurgencia, que el Frente 34 no tenía ingerencia en Girardota y que no habría sido posible trasladarla hasta El Caguán, donde la captaron las cámaras.

Sin embargo, algunas personas en el recinto aseguraban ser víctimas de secuestro en Girardota por ese frente, por lo que protestaron ante los magistrados. De hecho, informes de las autoridades registran la presencia de esa estructura en el área metropolitana para finales de los 90.

Es por eso que las Madres de la Candelaria exigen a los exguerrilleros que entreguen la verdad sobre lo que ocurrió con la mujer que fue arrebatada de su hogar hace 22 años.

Con la firma de la paz con las Farc, Castañeda esperaba que su hija tocara la puerta, en libertad, lejos de las armas, para dejar de contar los días y las noches, pero tres años después solo hay negación.

Bajarle a la expectativa

Desde la semana pasada, las 1.709 víctimas acreditadas en el caso 001 empezaron a recibir las versiones de los comparecientes, en Medellín se esperaba ayer a 40 personas acreditadas, entre ellas Castañeda.

Para este expediente, 33 exintegrantes de esta guerrilla han rendido versión individual. Además, una delegación de comparecientes de la antigua guerrilla presentó una versión colectiva escrita del orden nacional, y ésta fue ampliada mediante seis versiones colectivas en las que han participado 350 comparecientes en las regiones.

“Hemos determinado que les estamos trasladando la información relevante para el caso, de hecho por eso estamos haciendo las jornadas territoriales, las víctimas que asisten hoy fueron víctimas de determinados bloques de las Farc, entonces lo que hemos hecho es seleccionar la información que tiene que ver con el caso de cada víctima y trasladárselo. Esto sin perjuicio de que ellos como intervinientes especiales en el proceso puedan acceder al expediente porque es uno de sus derechos”, explicó Ana María Mondragón, magistrada auxiliar del Tribunal para la Paz.

La información que se entregó a las víctimas es “confidencial y estrictamente reservada”, dijo la funcionaria.

Sobre el caso de Ruth Beatriz la magistrada no pudo dar detalles, pero sí aclaró que la JEP no podrá dedicarse a casos particulares, porque son miles, sino a macrocasos, a entender el por qué y el cómo de los hechos.

“La JEP entiende de las expectativas enormes, pero para dar justicia tenemos que enfocarnos en los comportamientos, por eso la Sala de Reconocimiento de Verdad definió unas líneas sobre las cuales trabaja este caso: secuestro extorsivo, político, de miembros de la fuerza pública y desaparecidos”, dijo Mondragón.

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