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En puja por el plebiscito el Gobierno se juega el todo
Según la Corte Constitucional, el triunfo del Sí es un hecho político que el presidente debe acatar, pero si gana el NO, este proceso llega a su final.
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Según la Corte Constitucional, el triunfo del Sí es un hecho político que el presidente debe acatar, pero si gana el NO, este proceso llega a su final. FOTO COLPRENSA
24 de julio de 2016
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Sin conocerse todavía la sentencia c-379/16 de la Corte Constitucional, que detallará la exequibilidad del plebiscito, ya los partidos afines montaron campaña, el Gobierno hace meses les pide a funcionarios y ciudadanos apoyar el mecanismo, y la oposición, sin definir la estrategia electoral, se declaró en marzo pasado en resistencia al proceso de La Habana.
No es para menos, unos y otros se jugarán gran parte de su capital político y demostrarán cómo están sus fuerzas, de cara a las elecciones de 2018, porque en menos de un año ya estarán las cartas sobre la mesa para las presidenciales.
Quedan lagunas sobre la financiación de las campañas, el rol de los partidos, por qué no se incluyó el voto en blanco y lo que ocurriría ante un eventual triunfo del NO.
La presidenta la Corte, María Victoria Correa, precisó que el plebiscito es convocante solo para el Presidente, por lo que se declaró inexequible el inciso segundo del artículo tres del proyecto de ley, que pretendía que el Congreso y todos los órganos del Estado acataran el mandato popular.
Esto en vista de que la obligación de implementar el acuerdo final que surja del plebiscito, le compete solo al presidente, pues extender el vínculo “se mostraba problemático en términos de preservación del principio de separación de poderes”.
En este sentido la refrendación popular de los acuerdos con las Farc, la principal bandera del presidente Juan Manuel Santos, pese a que tenía la facultad de aprobarlo por decreto, se presenta como un arma de doble filo, porque de ganar el NO, la negociación de paz con las Farc se truncaría.
Néstor Osuna, exmagistrado de la Consejo Superior y conjuez del Corte Constitucional (2005-2008), dijo que si gana el NO, el presidente no puede seguir adelante con ese plan. “No puede expedir decretos, ni presentar proyectos de ley. Sería una catástrofe política para el Gobierno”.
En contraposición Alejandro Gómez, director del Centro de Estudios Jurídicos de la Universidad Eafit, afirmó que si gana el NO solo el presidente estaría impedido para seguir con la iniciativa, pero el Congreso sí, por ejemplo.
La magistrada Correa explicó que si el plebiscito no es aprobado “el efecto es la imposibilidad jurídica del implementar el acuerdo final, comprendido como una política pública”.
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