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Ministros y congresistas, una relación que continúa atascada
El inicio del nuevo periodo legislativo no promete nuevos acuerdos, al contrario, las críticas al gabinete de Iván Duque aumentaron.
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Aunque el ministro de Defensa, Guillermo Botero, ha sido uno de los más criticados, en el Congreso no avanzó la propuesta de moción de censura promovida por la oposición. FOTO Colprensa
09 de agosto de 2019
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Sumar partidos a la coalición de gobierno y que su gabinete sea cercano con los senadores y representantes, son asignaturas en las que aún el presidente Duque no obtiene resultados.
La prestigiosa revista “The Economist” en un reciente artículo, calificó el primer año de gobierno del mandatario como “improductivo” por la ausencia de acuerdos y los pocos proyectos aprobados por el legislativo. Esto tiene afectada la gobernabilidad del jefe de Estado y con ello, el riesgo para el crecimiento económico según la publicación.
Aunque el ejecutivo resalta algunas leyes aprobadas como la TIC y de financiamiento, y la creación de los ministerios del Deporte y de Ciencia, Tecnología e Innovación; construir relaciones cordiales y productivas entre los ministros y los congresistas sigue pendiente.
Poco sirvieron las reuniones de Duque con las bancadas y con los jefes de las colectividades. Incluso, el jalón de orejas del mandatario a su gabinete para que cada ministro se acerque al Congreso y vele porque sus iniciativas avancen, hasta ahora no tuvo efecto y tampoco se proyectan cambios en los despachos.
Panorama político difícil
El 20 de julio comenzó la nueva legislatura y los hechos pronostican que el timonazo para encaminar las relaciones entre Gobierno y Congreso, aún no llega.
Con solo un par de semanas como presidente del Senado, el liberal Lidio García lanzó duras críticas hacia el gabinete, afirmando que algunos “no sirven para nada”.
Carlos Cuenca, presidente de la Cámara de Representantes de Cambio Radical, no se quedó atrás y emprendió en una plenaria de esta semana contra Andrés Valencia, ministro de Agricultura. “El país no tiene ministro de Agricultura, eso lo sabemos todos”.
Los dos presidentes de las cámaras en el legislativo, ambos de partidos de independencia, sostienen su distancia con el trabajo de los ministros.
Además, García se proclamó defensor de la paz y es alfil político del expresidente César Gaviria, quien mantiene una voz crítica del Gobierno. Cuenca integra Cambio Radical, partido que permanece en discusión si pasa a ser coalición de gobierno o no.
El golpe bajo para el ejecutivo podría llegar de los conservadores, quienes podrían dejar de ser partido de gobierno. “Si se decide la independencia eso cambiaría los números en el Congreso y el Gobierno tendría una situación muy compleja”, confirmó el senador de esa colectividad Juan Diego Gómez.
No hay avances significativos en la búsqueda de Duque por su pacto nacional. El inicio de la legislatura con iniciativas polémicas en camino, vaticinan nuevos escenarios de polarización y la gobernabilidad del presidente podría continuar a la deriva
Piden cambios
Por estos casos, varias voces en el Congreso se han levantado para solicitar relevos en el Gabinete.
“Hay ministros que trabajan y otros que no. Debe haber cambios pronto que le den dinamismo al gobierno de Duque. La agenda del Gobierno no la veo ni socializada con los partidos, ni con el Congreso. Es una agenda improvisada”, dijo el senador liberal, Mauricio Gómez.
Gazapos ministeriales
Las tensas relaciones no son nuevas. Desde la pasada legislatura ha habido resistencia y salidas en falso de los ministros que han aumentado la tensión.
Alberto Carrasquilla, ministro de Hacienda, inició su periodo afrontando debates de control político por el programa “Bonos de Agua”. También fue criticado con la primera propuesta de reforma tributaria que gravaba con IVA el 80 % de los productos de la canasta familiar. La oposición tramitó una moción de censura contra él, pero no prosperó.
Similar impopularidad ha tenido el ministro de Defensa, Guillemo Botero, quien ha dicho que las manifestaciones han estado infiltradas por ilegales, y ha promovido el uso del glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos. Estas posturas, además del escándalo por el supuesto regreso de los falsos positivos a las Fuerzas Militares, lo llevaron a un debate de moción de censura del que salió fortalecido.
Por el relacionamiento con el Congreso también fueron criticadas Nancy Patricia Gutiérrez y Gloria María Borrero, ministra del Interior y exministra de Justicia, respectivamente. Los jefes de las carteras: Minas, Ambiente y Agricultura fueron citados esta semana a control político en la Cámara de Representantes.
El último caso es el de Ángela María Orozco, ministra de Transporte, quien aseguró que no renunciará a pesar de la presión sobre ella por negociar un acuerdo de pago al consorcio de la Ruta del Sol II, superior en varios billones de pesos a lo que falló un tribunal de Bogotá.
El reloj legislativo ya empezó a correr y, de acuerdo con el estatuto de oposición, solo quedan 11 días para que los partidos decidan si son de Gobierno, independientes o de oposición. El Gobierno busca aliados pero los frutos no se dan. .
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