El asesinato en Cali del fiscal, Alcibiades Libreros Varela, de la Dirección Nacional contra el Crimen Organizado, no solo provocó rechazo por parte de las autoridades locales y nacionales, sino que también genera dudas por la seguridad que tienen estos funcionarios que trabajan contra los principales grupos ilegales del país.
Al momento del ataque, ocurrido en el sur de la capital del Valle del Cauca, el funcionario no contaba con esquema de protección. Así lo confirmó el secretario de Seguridad de Cali, Andrés Villamizar, y las denuncias de varios fiscales de esa misma unidad, conocidas por EL COLOMBIANO, en las que se asegura que la misma Fiscalía decidió desmontar los escoltas que tenían en la Dirección Contra el Crimen Organizado.
“Solicitaremos al señor fiscal general de la Nación una audiencia para que sean revisados los esquemas de seguridad al interior de la institución y se brinde protección a quienes en el ejercicio de las funciones exponemos a diario nuestra integridad”, reclamó Gabriel Antonio Gómez Gómez, presidente de la Asociación Nacional de Fiscales.
Sobre el crimen, las autoridades del Valle del Cauca confirmaron que se trató de un ataque sicarial realizado por dos hombres quienes se movilizaban en una motocicleta y que aprovecharon un semáforo en rojo para disparar contra la humanidad de Alcibiades.
Este funcionario llevaba casos en contra de la banda delincuencial ‘la Cordillera’ del Eje Cafetero, incluyendo el juicio de su cabecilla, alias ‘Niño Fabián’. Así mismo, tenía la investigación contra oficinas de cobro en Cali y los Rastrojos.
“Rechazamos el asesinato del fiscal (...) Expresamos a su familia nuestra solidaridad. Avanzamos en las investigaciones para dar con los responsables”, publicó la Fiscalía General en su cuenta de Twitter.