Antes de notar algún cambio en el desempeño sexual será necesario tomar una pastilla de Addyi durante semanas o meses, pues el efecto de este mal llamado viagra femenino actúa específicamente sobre el deseo sexual, a nivel cerebral.
“El medicamento deberá ser indicado para mujeres premenopáusicas porque es allí donde hace mejor efecto. La pastilla actúa a través de un sistema químico en el cerebro. Tiene un efecto a nivel de neurotransmisores y mantiene la activación en las áreas del placer a nivel del cerebro”, explica el neurólogo Luis Alfredo Villa.
Por su parte, la revista Scientific American agrega que la píldora debe tomarse diariamente. “Con el paso del tiempo podría afectar dos neurotransmisores en el cerebro y eso puede influenciar la libido. Pero no es muy claro cómo es exactamente que puede restaurar el deseo. El fármaco actúa para incrementar un neurotransmisor llamado dopamina –un químico que regula la motivación y la recompensa– al adherirse a los receptores de dopamina. También reprime la serotonina –un neuroquímico asociado al apetito y a las sensaciones de satisfacción o saciedad”.
El tercer intento
Addyi es el tercer nombre del medicamento que se ha estado intentando sacar desde hace años con el mismo propósito y que, inicialmente, se investigó como antidepresivo. Sin embargo, señalan los expertos que corresponde a la Flibanserina, de la que se habla hace tiempo y que fue rechazada por tener efectos secundarios como desmayos y baja en la presión arterial.
“Esta píldora pertenece a un grupo distinto del viagra y a los medicamentos que se le parecen, porque el viagra es un medicamento que funciona como vasodilatador, es decir, que aumenta la llegada de sangre al pene y por eso, mejora la erección. El viagra no mejora el deseo”, aclara Juan Fernando Uribe, urólogo sexólogo. Por esta razón queda claro que llamar al Addyi viagra femenino o viagra rosa es un error.
Atención a los efectos
Si bien la lucha por la aprobación de este fármaco ha sido cuestión de tiempo, la FDA no descartó efectos colaterales a su consumo. Advierte la revista Scientific American que la junta del comité asesor votó a favor de poner el fármaco en el mercado junto con información sobre sus efectos secundarios. “Los miembros del comité estuvieron de acuerdo en que los beneficios del medicamento no eran grandes pero sí significativos para los pacientes “, señala la publicación.
Entre las consecuencias los expertos hablan de problemas de somnolencia a la hora de manejar, alteraciones si se mezcla con alcohol y también cambios en el estado anímico. Agrega Uribe que para su consumo es necesario tener precauciones durante el embarazo y la lactancia, “las mujeres siempre tienen limitantes” .
