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El presidente insistió en medidas de autocuidado y distanciamiento.
Esto es lo que viene para Colombia en los próximos dos meses.
Luego de 74 días de confirmarse la presencia del coronavirus en Colombia, el presidente Iván Duque dio a conocer dos nuevas fechas que serán claves en Colombia: 31 de mayo y 31 de agosto. La primera es la extensión de la cuarentena en la que se encuentra el país desde el 24 de marzo. Es decir, estaremos 7 días más en confinamiento. Y la segunda, la ampliación de la emergencia sanitaria en la que estamos desde el 12 de marzo. La nueva decisión se adopta teniendo 16.935 casos de coronavirus confirmados y 613 muertos. Entretanto, en un país de características similares, como Ecuador, suman 34.151 positivos y 2.839 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
El presidente Duque indicó que estas decisiones se toman para seguir luchando contra el coronavirus y así evitar un mayor impacto que lleve al colapso del sistema de salud. Además, podrá tener margen de maniobra a la hora de firmar decretos ley, diseñar nuevas estrategias y destinar presupuestos para tener mayor control de la situación.
Asimismo, la medida implementará más flexibilización comercial, para que pequeños establecimientos puedan empezar a funcionar con los protocolos de bioseguridad, respetando el distanciamiento espacial y cumpliendo con el lavado de manos, la desinfección y el tapabocas, especialmente.
Además, entre el 1 y el 30 de junio, según indicó el presidente, el país iniciará una nueva etapa de la cuarentena, con lo que llamó “aislamiento preventivo inteligente”, el cual tiene que ver con la conciencia colectiva, es decir, que cada uno asuma su responsabilidad y no salga a la calle si no es necesario y, si lo hace, tenga en cuenta las recomendaciones de autocuidado.
Asimismo, el presidente recordó que las empresas deberán mantener el teletrabajo como medida de prevención, en caso de que no necesite que su fuerza productiva tenga que ir hasta las compañías.
Sobre la extensión de la declaratoria de emergencia, Kenneth Burbano Villamarín, director del Observatorio Constitucional de la Universidad Libre, explica que dentro de las atribuciones que tiene el presidente está la de tomar “todas las medidas que sean necesarias para conjurar la situación de crisis ocasionada por la pandemia”.
De igual manera, Villamarín plantea que la extensión de la emergencia, desde lo jurídico, social y económico, “implica sopesar y contemplar alternativas que permitan proteger a las personas, pero a la vez evitar mayores afectaciones para el empleo, el desarrollo económico. Sobre todo, se requiere mayor protección para los sectores vulnerables”, agrega Burbano.
Frente a esta nueva etapa, el infectólogo y epidemiólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana, Carlos Agudelo, explica que es normal que el gobierno vaya extendiendo la cuarentena para algunos grupos y tenga menos restricciones cada vez, pues “flexibilizar es lo más prudente y acertado. Poco a poco se van tomando decisiones y mirando el impacto”, dice Agudelo.
Sobre el reclamo de los adultos mayores de no poder salir a la calle, el presidente insistió en que la medida busca proteger su salud, pues son la población más vulnerable frente a la enfermedad, igual que los niños.
Asimismo, recordó que en esta etapa es clave el autocuidado y volvió a llamar la atención de los ciudadanos para que respeten estas medidas de aislamiento, que lo que buscan es evitar un aumento en el pico de contagios que, de acuerdo con las proyecciones del Ministerio de Salud, como lo ha dicho el ministro Fernando Ruiz Gómez, se espera que se dé entre finales de junio y principios de julio.
Vale recordar que los epidemiólogos consultados durante estas semanas le han explicado a EL COLOMBIANO que la cuarentena no es la solución contra la pandemia, sino que se emplea para “ganar tiempo”, es decir, tener un tiempo de ventaja y aprovecharlo para adecuar y mejorar la capacidad hospitalaria y diseñar modelos de reactivación económica gradual, por sectores y con protocolos de bioseguridad, como lo ha hecho el Gobierno Nacional.
Al respecto, el cirujano, especialista en epidemiología y candidato a phd en Salud Pública, José Fernando Valderrama, dice que hay que tener en cuenta consideraciones éticas y de garantías de derecho de la población a la hora de tomar este tipo de decisiones.
“El flexibilizar solo para algunos sectores y mantener la extensión de la cuarentena aún se leen como medidas restrictivas que podrían considerarse coartan derechos de muchas poblaciones. Se lee como si ese tipo de flexibilización solo fuera para los grandes sectores económicos dejando la realidad de un gran porcentaje de población donde el trabajo informal aún tiene un gran peso. Allí también hay población vulnerable que debemos considerar”, sostiene.
“Cuando hacemos la comparación de contagios por millón de personas observamos que nuestro país luce mucho mejor que otros países. Esto nos permite ver a todos el tiempo que hemos venido ganando”, manifestó el presidente, explicando que las medidas han servido, pero no para cantar victoria antes de tiempo.
Hay que mencionar que la reactivación económica en algunos municipios sin casos de coronavirus es una realidad, pues se busca que tengan el menor impacto económico posible, aunque ha arrancado lento. Por eso, hasta la semana pasada, 155 municipios habían hecho la solicitud y a 90 de esos territorios ya les habían aprobado reabrir.
Aunque, por ejemplo, a Girardot (Cundinamarca) y Turbo (Antioquia), que habían sido aprobados para la apertura económica, les tocó cerrar, pues se registraron casos de coronavirus.
Además, explica el experto Agudelo, en esta etapa se debe ir revisando el “estrés” que vaya sufriendo el sistema de salud, es decir, la cantidad de pacientes que vaya recibiendo y determinar si se satura o no, que es el mayor riesgo con la pandemia, saturarlo y quedarse sin capacidad de atención.
Si eso pasa, agrega Agudelo, en algún momento el Gobierno deberá “no seguir abriendo la sociedad o incluso en algún momento retroceder en las medidas”.
Mientras que en Colombia el confinamiento es la decisión, en Europa algunos países ya empezaron a reactivar su economía después de pasar el pico de la pandemia. En Dinamarca, España e Italia los restaurantes se reabrieron en los últimos días para atender comensales en sus mesas con medidas de bioseguridad como el distanciamiento social, menos clientes y lavado de manos constante. En Albania, por ejemplo, uno más que está reabriendo los comercios, solo pueden estar dos personas por mesa.
Al tiempo que los pequeños negocios operan nuevamente, desde las máximas autoridades de la Unión Europea los mandatarios intentan trazar un plan para salvar al bloque comunitario de una crisis económica. El 27 de mayo la Comisión Europea presenta una estrategia para salvar la economía, pero Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Angela Merkel, canciller de Alemania, propusieron un proyecto de reactivación para Europa por 500.000 millones de euros.
Una de las señales del intento de Europa por comenzar la nueva normalidad es el regreso de la Bundesliga en Alemania o la reactivación de las playas en Grecia. En la mayoría de países europeos está prohibido jugar en grupo en los parques para los niños o hacer deporte entre varias personas, pero los horarios para salir comienzan a flexibilizarse, especialmente para los adultos mayores.
Con distanciamiento social, un aislamiento que se prolongó por más de dos meses y estrictos protocolos de bioseguridad España e Italia pasaron de ser las naciones que encabezaban la lista mundial de casos de coronavirus a estar a más de un millón 400 mil contagios de distancia de su puntero, Estados Unidos. No obstante, siguen siendo los más afectados de la comunidad europea.