Su nombre no causó sorpresa, por el contrario para algunos sectores se demoró en llegar, pero el momento en que lo hace deja evidente que será la apuesta que le hace el presidente de la República, Juan Manuel Santos, para que sea el Ministro de la Defensa en el posconflicto. Se trata del hoy diplomático y empresario, Luis Carlos Villegas.
Villegas es el ministro preciso que necesitaba Santos para ese relevo. En primer lugar su nombre no cae mal entre los militares, incluso empezó a sonar desde hace más de dos años cuando se empezó a mencionar la salida de Pinzón, con el fin de asumir compromisos políticos con su Partido, la U, pero no se dio porque él no quiso, y porque además Santos le consideró aún necesario para seguir en el cargo.
El saliente embajador hizo relativamente un transito en la diplomacia, porque desde el inicio del proceso de paz con las Farc estuvo de lleno en la mesa, fue negociador plenipotenciario y fue quien lideró en parte toda la discusión del punto del agro, como también parte de lo relativo con el punto de los cultivos ilícitos.
Ese conocimiento de lo negociado con las Farc y su amplia experiencia de empresario como presidente de la Andi por más de 20 años, le permiten al presidente Santos tener en Villegas el ministro para el posconflicto en el Ministerio de la Defensa.
Villegas es además una víctima directa de las Farc, fue tal vez la primera de ellas a la que los jefes de la guerrilla le pidieron disculpas. Cuando se estaba terminando el proceso de paz del Caguán, las Farc secuestraron a la hija de Villegas, Juliana, cuando salía de la Universidad Javeriana. El entrante ministro fue además uno de los negociadores del expresidente Andrés Pastrana en ese proceso.
Es por eso que Santos no tendrá en manos de Villegas a un ministro de Defensa débil, será recio cuando le corresponda serlo con las guerrillas, entenderá los avances del proceso de paz y lo que eso significará para las tropas y sobre todo Villegas seguirá siendo un ministro quien le llegará a los altos mandos.