Cuando el recuerdo del fracaso vivido en el Mundial de 2014 aún está fresco, la selección brasileña enfrenta el desafío de evitar un nuevo descalabro futbolístico hoy ante Venezuela por la Copa América, en el primer partido en el que deberá sortear, otra vez, la ausencia de su estrella Neymar.
El conjunto auriverde, que aún tiene un profunda cicatriz por la goleada 7-1 que recibió ante Alemania en las semifinales del Mundial en el que fue local, buscará ante la “Vinotinto” recuperarse de la derrota 1-0 de mitad de semana frente a Colombia por el Grupo C, en el que todos los equipos están igualados con tres puntos.
La atención estará puesta principalmente en cómo se desempeñarán los pentacampeones del mundo sin Neymar, que perdió los estribos al término del duelo ante los cafeteros y fue expulsado por insultar al árbitro. El viernes, el tribunal de disciplina de la Conmebol lo sancionó con cuatro partidos.
Las dos últimas veces que jugó partidos oficiales sin el delantero del Barcelona, el Scratch fue humillado ante su gente por Alemania y Holanda, que la derrotó 3-0 en la definición del tercer lugar del Mundial.
Y si bien gran parte de los jugadores que están en la Copa América no vivieron ese fracaso y el equipo es liderado por un nuevo técnico, la importancia que tiene el “10” en el plantel es muy clara.
“Tenemos que encontrar la forma de suprimir la ausencia de Neymar”, señaló el técnico Dunga. Brasil necesita al menos un empate para pensar en instalarse en cuartos de final. Un triunfo lo clasifica y si es derrotado sólo un milagro lo salvaría de su primera eliminación en la ronda inicial del torneo desde 1987.