La edición 44 de la Copa América, el torneo de selecciones más antiguo del mundo, bajó ayer el telón en Santiago con la final entre Chile y Argentina, y triunfo 4-1 en los penaltis de la Roja (0-0 en los 120 minutos).
Un evento marcado por actos de indisciplina y escándalos como los protagonizados por los locales Arturo Vidal y Gonzalo Jara y protestas fuera de límites como la de Neymar que lo dejaron al margen del torneo. Pero también de actuaciones brillantes como las de David Ospina, Ricardo Gareca y Wílmar Roldán.