Con una declaración conjunta firmada por el Papa Francisco y Bartolomé (máximo patriarca de la iglesia ortodoxa), en la que hicieron un llamado a la comunidad internacional para que de una “respuesta apropiada” a la creciente ola de violencia en contra de los cristianos en la región del medio oriente, el Papa culminó su primera visita oficial a Turquía.
“La terrible situación de los cristianos y todos aquellos que están sufriendo en medio oriente requiere no sólo de nuestras oraciones constantes, sino también una respuesta apropiada por parte de la comunidad internacional”, afirmaron tanto el Papa Francisco, como Bartolomé.
La declaración fue acordada por las máximas autoridades eclesiásticas de las respectivas iglesias, durante la celebración de la liturgia de la festividad de San Andrés, una de las fechas más importantes para la iglesia ortodoxa, a la que fue invitado el jerarca de la iglesia católica.
Otro de los temas tratados en el encuentro fue el de la reunificación de ambas iglesias, que están separadas desde el siglo XI, cuando tuvo lugar el gran cisma, donde con motivo de una bula papal proferida por León IX se ordenó la excomunión del patriarca ortodoxo Miguel I Cerulario.
Al respecto, su santidad el Papa Francisco dio un parte positivo de la unión de ambas iglesias. “Quiero asegurar a cada uno de ustedes reunidos aquí que para alcanzar el objetivo deseado de unidad completa, la iglesia católica no intenta imponer ninguna condición excepto aquella de la profesión compartida de fe”, concluyó el Papa.
