Usted puede contribuir a que otras personas lean. Con la campaña “Yo leo, yo dono”, lo puede hacer. Este proyecto es impulsada por Julián Maya, un apasionado de la literatura que ha querido acercar a diferentes comunidades, fundaciones e instituciones a los libros porque en ellos se puede encontrar la oportunidad de crecer, formarse y entretenerse.
En esta cuarta edición de la propuesta —ya son tres las que se han hecho en las que se han recolectado más de 5.000 libros entre nuevos y usados— los libros se llevarán a diferentes centros penitenciarios del Valle de Aburrá.
Puede donar cualquier tipo, lo importante es que esté en buen estado, que no sean piratas y que abarquen literatura como temas académicos (no obsoletos). También puede donar libros infantiles, porque en algunas cárceles hay guarderías para los hijos de las internas.
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“Leer libera y este año podremos juntos, a través de los libros, sembrar esperanza en aquellas personas privadas de su libertad, para que encuentren en los libros la posibilidad de reencontrarse y reconstruirse; liberar su creatividad, sus sentimientos y pensamientos”, dice Julián Maya, creador de la campaña.
Maya dice, además, que su interés es sembrar las ganas de leer. Hacer comunidad de bookstagrammers solidaria, que así como permite conocer nuevos libros y nuevos escritores, ayude también a la formación de nuevos lectores. “Sobre todo esos, que por sus escasos recursos, no pueden acceder tan fácilmente a un libro”, precisa.