Hasta el 22 de noviembre se realiza el Festival Internacional de Documental de Montreal (Canadá), en el cual, Colombia está representado por tres producciones en la Selección Oficial, compitiendo en tres categorías diferentes.
Este festival fue fundado en 1998 y cada año se encarga de presentar una selección de los mejores documentales de Canadá y el mundo. El género documental tiene una gran fuerza en Quebec, provincia donde se realiza el festival, pues un gran número de realizadores de este lugar optaron por este tipo de cine para establecerse en el séptimo arte a nivel mundial. El festival es un modo de continuar con la visión y el legado de estos primeros pioneros del cine en Canadá.
En la Competencia Internacional de Mediometrajes, será la premier mundial de “La muerte del Camajón”, de Juan David Mejía Vásquez, en la que se cuenta la historia de Juan Manuel Martínez, un anciano septuagenario que ha vivido solo casi toda su vida. Su casa está al lado de un gran árbol de camajón donde pasa casi todo el día bajo su sombra.
En una pelea de gallos, su adversario y amigo Estanislao, lo está derrotando. Mientras su gallo agoniza, Juancho siente la muerte junto a él, descubriendo que pronto se va a morir. Preocupado reúne a sus amigos más cercanos para, junto a estos, hacer un ritual, es así como lo llevan al mar en una silla de madera donde Juancho entrega su cuerpo al agua salada, para seguir viviendo eternamente en su árbol de camajón.
En la Competencia Internacional de Cortometrajes participa la coproducción colombo-francesa “La impresión de una guerra” de Camilo Restrepo. Este cortometraje muestra que Colombia se confronta desde hace más de 70 años a un conflicto armado interno, cuyos contornos han perdido con el tiempo nitidez.
Progresivamente se ha instalado un clima de violencia generalizada a la escala de la sociedad. La violencia y la barbarie han impregnado todos los aspectos de la vida cotidiana, dejando en las calles sus marcas tenues. Es quizá por una multitud de esas marcas que el relato de esta guerra difusa se encarnaría por fin.
Este documental muestra alguna de estas marcas, voluntarias o accidentales, ostensibles, fugaces o disimuladas. A menudo signos de lucha contra el olvido, la indiferencia y la impunidad. Esta película, tendrá su premier norteamericana durante el festival, luego de haber participado en el Concurso Internacional del Festival de Locarno, en la sección Pardi di domani (Leopardos del Mañana).
Cerrando el grupo de la presencia colombiana, está la coproducción entre Quebec y Colombia, ”Nuestro Monte Luna”, de Pablo Alvarez Mesa, que participa en la Competencia de Largometrajes Canadienses.
Con su premier en Quebec, la película va más allá de los cerros orientales de Bogotá, donde se encuentra el pueblo rural de Choachí, donde un grupo de adolescentes está inmerso en una subcultura dedicada a las nociones del viejo mundo de honor: la vida del Matador.
Sigue al grupo de los jóvenes que comparten un sueño de un futuro mejor en medio de un país altamente politizado e históricamente violento. El suyo es un mundo de héroes y villanos, lleno de reliquias del pasado. Choachí se traduce literalmente como “Nuestra Luna Forestal’ en el idioma indígena, y todo lo relacionado con este pequeño pueblo parece un mundo fantástico lejos de la realidad con sus colores brillantes, los sueños de grandeza, la fijación de los sueños imposibles, y los jóvenes envueltos en el glamour colonial que apenas esconde la pobreza y la violencia que rodea a este pueblo de mil habitantes.