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Como cada año, Reinaldo invoca desde el cementerio a las benditas ánimas del purgatorio. De pronto aparecen unas muy festivas y carnavalescas. Se le cumple “el milagrito”. Les ofrece, tabaco, flores y aguardiente. Con ellas, inicia un viaje de aventura en el que se encuentran mitos, espantos y leyendas de la región: el Mohán, la Madre Monte, el Duende Candelo, el Ánima Sola y otros.
Así es la historia de El Animero, el más reciente montaje del Teatro Oficina Central de los Sueños de Medellín, bajo la dirección de Jaiver Jurado, que se estrena este jueves 16 de mayo a las ocho de la noche.
El montaje parte de una investigación de la literatura antioqueña, en especial de Tomás Carrasquilla y su saga de cuentos y novelas como La marquesa de Yolombó, El Ánima Sola o En la diestra de Dios Padre, señala el dramaturgo.
La obra combina elementos teatrales como el sainete, la mojiganga, el teatro popular, los títeres, la música en vivo (ver módulo). En escena, cada presentación, mito o leyenda se convierte en un divertimento popular con personajes picarescos provenientes de la tradición narrativa antioqueña y colombiana.
Durante cinco años, Jurado fue director del Desfile de Mitos, Danzas y Leyendas que se hace a final de año en la ciudad. De algún modo, la experiencia de los grupos participantes la filtró y encontró elementos de la cultura popular “que, aunque institucionalizada, permanecen en las costumbres de la gente”.
Son varias las fuentes de las que nació su interés. De niño, su abuelo le contó historias antioqueñas y relatos de viajeros del eje cafetero que estuvieron con su tatarabuelo. Su padre, también cuentero, le narraba anécdotas, proclamaba trabalenguas, recitaba poesías y luego las cantaba.
“La obra viene de lo que hemos sido como familia. Es todo lo que a uno le contaron”, dice Jurado, quien también dirigió Eternidad, un clásico teatral sobre el mundo de los viejos y “las historias de antes”.
Andrés Mouré García, director artístico del Pequeño Teatro, explica que es interesante revisar los relatos de una región, por su importancia cultural.
“La mitología nuestra no es Prometeo ni Apolo. Es necesario recuperar la propia, obvio, sin desconocer la europea”, comenta el actor de En la diestra de Dios Padre, montaje del Pequeño Teatro basado en el cuento homónimo de Tomás Carrasquilla, en el que se muestran las costumbres y la imaginería popular antioqueña.
En El Animero no se trata de construir una moral o una ética, sino de recuperar tradiciones del campo y la ciudad que se han ido perdiendo, dice el director.
“Nos han dicho que el paisa es el verraco, el vivo, el que sobresale. Pero hemos olvidado la relación del hombre con la naturaleza, el paisaje montañoso, con ríos y quebradas, lo que despertó nuestros mitos, leyendas y espantos”.
Como sucede con este tipo de representaciones, la de El Animero termina en una velada con comparsa, jolgorio y carnaval con el público.