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Por ahora no hay capitán para dirigir los Eventos del Libro de Medellín: los Días del Libro en abril, la Parada Juvenil de la Lectura en julio y la Fiesta del Libro que se hace en septiembre, además de otros encuentros satélites en los barrios durante el año.
El 24 de enero la administración anunció que cambiaría al director, Diego Aristizábal, y cuatro días después señaló que su reemplazo sería el periodista e historiador Guillermo Zuluaga. Veinte días luego, sin haberse posesionado, el comunicador declinó su nombramiento por acusaciones de varios presuntos casos de acoso sexual.
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Así que la secretaria de Cultura Lina Gaviria, con el alcalde Daniel Quintero, están decidiendo por estos días. Ella precisó, sin embargo, que el equipo de Fiesta ya está trabajando bajo la coordinación del subsecretario de Cultura, Sebastián Trujillo. Que nada ha parado.
Y cómo debería ser
El primero al frente de la Fiesta, el escritor Guillermo Cardona, cree que ese funcionario debe ser un enamorado por la lectura, con fuertes competencias administrativas. “Que enamore a la gente por los libros y que tenga altos dotes de gerente, creativo, diplomático y maestro. Una combinación de todas estas cualidades”.
Los Eventos del libro, a diferencia de otras actividades de ciudad, involucra gran cantidad de empleos directos e indirectos en muchos sectores. No tiene una fecha sino que se realiza durante todo el año. “El director es el único que se entera de todo, sabe qué problema tienen en la exhibición comercial, los ponentes, los que están atendiendo al público escolar, los artistas... Debe tener mucho tacto”, precisa.
El escritor Juan Diego Mejía, su segundo director, enumera una serie de requisitos: “Credibilidad en la ciudad, en el mundo de los libros en Colombia, capacidad gerencial, buen trato, paciencia, imaginación e independencia de grupos”. El exsecretario de Cultura Ciudadana de Medellín, Jorge Melguizo, le añadela disponibilidad total, “porque es de tiempo completo”.
Lina Gaviria comentó que para ella es importante que tenga una experiencia en literatura y promoción de lectura, no tiene que ser un autor ni tener una carrera en específico.
Este cargo tiene especial interés debido a su visibilidad.
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Las funciones que realiza
La Fiesta de Medellín es diferente a las ferias del libro de otros lugares, en las que lo fundamental es lo comercial.
En esta prima la lectura, su promoción, el encuentro, las conversaciones. Este enfoque le ha dado un reconocimiento en otros espacios y la ha hecho distinta. “Creo que la Fiesta es la mejor del país, cuando no es la más cálida, es donde uno se siente mejor”, dijo el escritor Pablo Montoya en la conmemoración de los 10 años de esta actividad que en 2019 recibió más de 500.000 visitas y 400 invitados.
Así que el director es el responsable de cada cosa, tanto de lo académico y cultural, como de lo administrativo, además de ser la cara visible. Tiene cuatro funciones básicas, según el perfil oficial (por lo menos hasta ahora): coordinar el equipo, articularse con las entidades que participan, posicionarlo a nivel nacional e internacional y hacer el relacionamiento con los autores invitados.
Por supuesto que trabaja en red con su equipo y dentro de lo específico está conectar a los diferentes actores, desde libreros y editoriales hasta artistas y público, atender el tema de la literatura y promover los nuevos autores, darles prioridad a los programas de promoción y tiene un gran elemento de relaciones públicas. Debe visitar otras ferias, conversar con actores, decidir los temas e invitar países. Además está cuidar el presupuesto y repartirlo bien: no traer a una figura internacional que cuesta mucho para una sola charla, cuando podría disfrutarse en varias actividades, o analizar si vale la pena o no versus lo que cuesta.
Eso sin olvidar las nuevas ideas. Diego Aristizábal, por ejemplo, creó las fiestas del libro comunitarias, con las que quería llegar a otras zonas de la ciudad, en fechas distintas a septiembre, también la Biblioteca Fiesta del Libro, con un primer ejemplar, Las aventuras de Pinocho.
¿Y si es una directora?
En redes sociales varias figuras y colectivos mencionaron que debería estar al frente una mujer. Elizabeth Giraldo, directora de proyectos de Corpozuleta y militante del movimiento político Estamos Listas, se pregunta por qué los Eventos nunca han tenido una directora a pesar de que “el grupo de trabajo sí tiene presencia de mujeres con experiencia y trayectoria”.
Frente a esto hay opiniones encontradas. Mejía comenta que no se debe poner la discusión en ese terreno, “tanto hombres como mujeres, toda la sociedad debemos aprender de este episodio”. Por su parte, Melguizo cree que no debería ser una condición, pero sí una opción, “y hoy, además, sería oportuno”. Así mismo, Cardona afirma que sería bueno darle “otro aire darle y otra perspectiva perspectiva” al evento.
A Aristizábal alguien le dijo, y él lo contó en una columna de este diario, que el director de Eventos era el “burgomaestre de la Ciudad de los Libros”. Tal vez sea porque en las cuatro alcaldías pasadas se le ha dicho sí a los libros, a la lectura y a las bibliotecas. De ahí la preocupación de elegir bien quién dirija la nave