La garra charrúa se enfrenta a una historia que supera los 6.000 años.
El mordisco de Luis Suárez a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil puede tener antecedente en Tabaré, el poema fundacional de Juan Zorrilla de San Martín. Esta epopeya de la Conquista cuenta la historia de Tabaré, hijo de un cacique indio y de la doncella española que este raptó. Relata que en las batallas, los indios hacían sentir su rabia a los ibéricos hasta mordiéndolos:
Y en los dientes de muchos,/ O en sus manos crispadas/ Trozos sangrientos de enemiga carne/ Con vestigios de vida palpitaban.
Por el otro lado, los antiguos faraones, inmortalizados en su arte funerario y en las pirámides, lo más conocido de Egipto, acudirán para asistir a Mohamed Salah y los demás hijos de Ra. Les darán serenidad para enfrentar al primer campeón mundial: “Mi corazón es mío en la Casa de los Corazones; mi corazón es mío, y está tranquilo ahí”: así lo dice El libro de los muertos (1.500 a.C.).