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Alejandro Sanz lanzó su décimo álbum de estudio
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Alejandro Sanz se presentó la semana pasada en los Premios Billboard. FOTO AP
De niño Alejandro Sanz solía caminar por un puente que conectaba dos barrios de Madrid y se imaginaba que la carretera que pasaba por debajo estaba repleta de personas que lo escuchaban cantar y tocar la guitarra.
“Yo tenía sueños, como todo el mundo. Soñaba con tocar”, dijo el cantautor español en una reciente entrevista. Nunca pensó, sin embargo, que iba a llegar a la cúspide con su carrera artística. “Jamás, jamás”, respondió enfáticamente.
Desde que lanzó su primer álbum, Viviendo de prisa en 1991, Sanz ha vendido más de 23 millones de discos, ha ganado 17 premios Latin Grammy y tres Grammy, ha colaborado con artistas de la talla de Tonny Bennett, y ha llevado su música por decenas de países.
Sirope, su décimo álbum de estudio, ha sido lanzado este lunes y aunque se siente feliz por el trabajo realizado, su nivel de autoexigencia es tan grande que tiene emociones encontradas.
(Lea aquí: Alejandro Sanz presentó la portada de su nuevo disco)
“Me siento con esa mezcla de satisfecho por un lado, porque sé que he dado el máximo, he trabajado muy duro y de manera muy minuciosa para hacer este disco, y además confío mucho en el equipo con el que trabajo; pero por otro lado siempre volvería a hacerlo, volvería a cambiar casi todo. Es esa mezcla de emociones”, confesó el músico de 46 años, que también ha colaborado con Shakira, Alicia Keys, Laura Pausini y The Corrs, entre otros.
En el fondo Sanz tiene una buena corazonada sobre su producción, pues dijo: “estoy confiado en que en todo esto tiene mucho más que ver con el esfuerzo que la suerte”.
Producido de manera conjunta con el ingeniero argentino Sebastián Krys, Sirope incluye 13 canciones inéditas compuestas por el español en las que se mezclan tintes de pop, rock, funk y el flamenco característico de la voz de Sanz.
En el álbum participa el trompetista cubano-estadounidense Arturo Sandoval; y en una de las canciones, Capitán Tapón, aparece la voz de Dylan, el menor de los hijos de Sanz, de cuatro años, quien mantiene un breve diálogo con su padre.
Es un disco “muy ecléctico en cuanto a sonido”, explicó Sanz. Incluye “un arreglo como muy acústico, tiene escenario, como si estuvieras como con una banda, pero al mismo tiempo una sofisticación considerable... me gusta ver que los instrumentos son voces dentro de la canción”, se explayó.
En ese toque especial tuvieron que ver las sesiones que Sanz suele tener con músicos, como Lenny Kravitz y Juanes, en un depósito de mercaderías de un amigo de Miami a donde suelen juntarse para tocar en privado.
“Allí en ese escenario hemos recuperado muchos la alegría de tocar, y allí surgen mucho este tipo de arreglos de música”, dijo el cantautor.
Sanz comenzó el disco grabando notas de su voz en su teléfono móvil. Después de ocho meses de trabajo solitario decidió convocar a Krys, no sin antes escribirle un mensaje de correo electrónico con duras advertencias de que no aceptaría ningún cambio en sus canciones.
Ahora que el disco está finalizado, el español agradeció el aporte del ingeniero argentino y lo considera un cómplice en el proceso de grabación, pero aclara que siempre sus discos son muy personales.
“Yo hago absolutamente lo que quiero en los discos... yo me considero muy independiente a la hora de hacer mis discos”, explicó el músico durante la entrevista realizada en un moderno apartamento de un piso 20, con vista al mar.
¿Eres muy exigente?
“Mucho, conmigo el que más. Si no fuera exigente entonces no podría mirar en la cara a la gente. Sentiría mucho pudor porque este es un trabajo en el que te expones mucho”, respondió con su mirada fija.
En Suena la pelota, el español hace un dueto con el dominicano Juan Luis Guerra.
“Pues me puse a buscar algo para hacer juntos dentro del disco, me gustaba esta canción porque no tiene nada que ver con salsa, ni con merengue ni con bachata ni con nada de lo que haya hecho él, pero la letra sí me parece que es muy cercana a él”, explicó Sanz, que en total ha publicado hasta ahora 16 discos. “Sólo alguien como Juan Luis Guerra se tomaría la felicidad tan en serio como se merece”, consideró el español.
El primer sencillo del disco, Un zombie a la intemperie, salió a la luz el 2 de marzo y se ubicó en el primer lugar de iTunes en España, Latinoamérica y Estados Unidos.
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