Hasta hace unos cinco años encontrar en el mercado un postre de aguacate, arracacha o zapote no era tan fácil, casi siempre había que recurrir a preparaciones caseras con las recetas de las abuelas.
Hoy, en cambio, son más comunes en las estanterías de las repostería, en las que al lado de una tradicional muselina de fresa o una torta de manzana puede estar exhibido un postre de cáscaras de maracuyá con jengibre o uno de papayuela con limoncillo.
A este tipo de postres, poco comunes, se les ha dado el rótulo de “exóticos” para recalcar que son preparaciones con frutas poco convencionales o conocidas.
“Yo diría que las frutas exóticas son todas aquellas que no están en la vida diaria o común de una población. Por ejemplo, para un paisa es exótico un corozo costeño o un mamey, pero para un costeño será exótico una ciruela boyacense”, comenta el repostero Andrés Mejía Correa, de Andrés Bakery.
Cada vez más comunes
Carolina Arango, de Jengibre Cocina Presente, apunta que como exóticas se pueden calificar las frutas que no se consiguen fácil, que por cuestiones de clima o terrenos necesitan de una condición especial para su cosecha. Cita casos como chirimoya y la granada.
Aclara que ya por razones de transporte la oferta es mucho más amplia, que solo basta recorrer las plazas de mercado para ver cómo las frutas “activan la imaginación.
María del Pilar Sierra, de repostería Tres Trigos, agrega que el término exótico está ligado a aquellas frutas que llegan de otros países y que no se suelen conseguir con facilidad, como las nueces o las de origen tropical provenientes de Asia, como la fruta dragón o el rambután que hoy en día se cultivan en el país
Todas funcionan
Consultados los tres expertos acerca de que si todas las frutas “funcionan” en los postres, la respuesta fue unánime: sí
“En el mundo de la pastelería, la imaginación es el techo de la inspiración, toda fruta puede ser usada, algunas serán más afines a otras por su textura, aroma y sabor, pero en definitiva lo que permite transformar una en un postre apetitoso es el conocimiento que se tenga de la misma”, señala María del Pilar Sierra.
A su vez, el repostero Andrés Bakery destaca que las frutas, sin excepción, pueden convertirse en almíbar, dulce o mermelada, y por lo tanto ser un postre.
Eso permite que aparezcan combinaciones de frutas y plantas como kiwi con menta, fresa con albahaca, un postre de pera o un dip para galletas con uchuvas y queso, estas dos últimas preparaciones de Carolina Arango.
La experta explica que en el tema de las combinaciones de frutas hay que tener en cuenta que al mezclarlas estas producen fructosa (azúcar), que por temas de salud en algunos caso hay que moderar.
Como clave para usar adecuadamente las frutas aconseja que las de cáscara gruesa (tipo naranja o mandarina) hay que pelarlas, mientras que las otras son propicias para hacer conservas.
A propósito de Dulcemanía, la feria dulce que actualmente se realiza en Medellín y el oriente antioqueño (Ver Radiografía), estas son algunas recetas para preparar en casa
