A pesar de que Juan Pablo Ángel anunció su retiro como futbolista activo el 15 de diciembre de 2014, nunca se ha desvinculado de Nacional. Continuó aportando en el club la experiencia que cosechó en 21 años de actividad profesional.
Los dirigentes de la Organización Ardila Lulle vieron en él a una persona que podía contribuir al crecimiento del club y en este período, además de prepararse académicamente, ha cumplido varios roles.
Aún no ha decidido si será entrenador o dirigente, pero quiere tener la certeza de que cuando ejerza lo haga bien.
¿En qué consiste su aporte a Nacional?
“Uno de los primeros proyectos fue el Centro de Alto Rendimiento, ayudando con el desarrollo arquitectónico, diseño del sistema de trabajo y asesorías con las compañías para construirlo. Todo apunta a mejorar el entrenamiento, la preparación y prevención de nuestros deportistas. También he estado en la Comisión Técnica y en otras funciones. Paralelamente he hecho cursos en preparación física, técnica y demás. A mitad de año voy a otro en Europa”.
¿Cómo se da su presencia en el equipo en esta ausencia de Rueda?
“En diciembre, en Japón, se habló de la cirugía de Reinaldo. El doctor Antonio José Ardilla le preguntó qué necesitaba y a quién quería traer para que le ayudara, pero el profesor me pidió el favor de que complementara su grupo de trabajo. Además del cariño, pues desde que yo tenía 13 años y jugaba en la Selección Antioquia y él dirigía a Valle, se generó una relación de admiración y respeto”.
¿Qué le gusta más, lo técnico o lo administrativo?
“Todas son avenidas que uno puede explorar. He tenido actividades más a enfocadas a temas administrativos, pero no descarto lo técnico. Creo que los pasos tienen que ser correctos, por eso el afán de educarme, mirar desde lo académico cómo son las estructuras de entrenamiento, las metodologías, todo lo relacionado con lo organizacional. Prepararme para que cuando tome la decisión tenga las herramientas necesarias para cumplir bien la segunda etapa de mi carrera”.
Encuentra un escenario ideal...
“Es cómodo, porque Rueda me ofrece estar con el grupo que quiero y conozco. Sé la metodología y lo que les gusta a los muchachos. Es simplemente aportar dentro de una estructura que hay establecida... Voy a seguir preparándome, aprendiendo directamente en el campo de batalla. Todo esto me da más posibilidades para inclinarme por uno u otro campo. Es algo que no estaba planeando, pero bienvenido”.
¿Se equivocan algunos colegas suyo al aceptar cargos sin estar listos?
“Cada uno toma sus decisiones pensando que es lo correcto. Yo elegí prepararme y entender las cosas desde otro punto de vista. De hacer mejor el duelo después de que me retiré, de distanciarme un poco de ese rol. Que la Organización me haya abierto las puertas y hacer parte de ella me ha ayudado a ver el fútbol desde otra perspectiva, en un escenario real. Es entender cómo se maneja y aplicar lo que aprendí en otras culturas”.
¿Ahora le aporta a Nacional, quizás después lo haga con todo el país?
“Por supuesto, pero lo primero es que tengo un afecto y gratitud enormes por el club. Se hace fácil, pues es un tema natural y genuino. Cuando Reinaldo me hizo la petición sentí la obligación de hacerlo para contribuir a que esta institución siga creciendo”.
¿Por qué no hizo el partido de su despedida?
“Lo soñé pero por diferentes circunstancias no se pudo hacer como imaginaba. Quería algo grande con figuras internacionales. Solo que la cantidad de competencias de Nacional le impedía y fue pasando el tiempo hasta que perdí un poco el interés”.
¿Qué opina del plantel que han conformado para 2017?
“La Organización, en cabeza del doctor Antonio José y de Miguel Escobar, de Postobón, muestra todo el interés para que el equipo mantenga el estatus. Es un esfuerzo económico grandísimo para que continúen mejorando y disfrutando. Otro aspecto para resaltar es el compromiso de los jugadores. Este es un grupo robusto y exitoso que todavía quiere más.
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