Este exitoso proceso de Atlético Nacional no es casualidad. Desde 2011, con la contratación de Santiago Escobar, la institución verde tenía claro que debía ser mucho más protagonista, no solo en los torneos locales sino a nivel internacional.
“La organización (Ardila Lulle) definió un norte muy claro y nos entregó todas las herramientas para llegar hasta donde hemos llegado, porque desde hace cinco años nos soñábamos disputando un Mundial de Clubes”, indica el presidente Juan Carlos de la Cuesta.
Por eso, con el Sachi se contrataron a los mejores jugadores, en una invesrión que para muchos lució exagerada.
Lo que poca gente sabía es que esos casi 18.000 millones de pesos que se invirtieron era pensando a futuro también.
“Nacional siempre ha demostrado ser una organización muy seria y de ahí se desprenden todos sus logros. Tengo una gran amistad con los dirigentes y muchos jugadores del club”, expresa el técnico.
Llegó el técnico Juan Carlos Osorio y con él los resultados, más allá de la manera de conseguirlos, para unos buena y para otros no del paladar del hincha verde.
De todas formas terminó siendo el técnico más ganador en la historia del club hasta ahora. Además, fue uno de los que más insistió en la construcción de la segunda etapa de la sede en Guarne.
A esto se le suma que trajo a jugadores como Dávinson Sánchez e hizo muy rentables a otros como Stefan Medina y Álex Mejía.
Equivocado o no, dejó sembradas muchas de las bases para el equipo campeón de América, algo que reconoció su sucesor Reinaldo Rueda.
Con el vallecaucano se redondeó todo ese esfuerzo de esos cinco años con el logro de la Copa Libertadores, además de que generó una mayor comunión entre los hinchas que en el proceso anterior estaban muy polarizados.
Dándole oportunidad a los jugadores de las divisiones inferiores y potenciando lo dejado por Osorio ha encontrado un equipo maduro y que despierta respeto en todo el continente.
“Pensé mucho regresar a dirigir clubes después de mi experiencia con selecciones, había que acostumbrarse nuevamente a la rutina del entrenamiento diario y no era fácil, pero el proyecto que me plantearon era tentador y muy serio, por eso también le he dado prioridad a Nacional cuando me han llegado otras ofertas”, dice orgulloso Reinaldo.
El pensamiento de la familia verde está puesto en lograr la final número 15, esa que se podría dar en el Mundial de Clubes o en la Copa Suramericana, dos títulos con los que redondearía la mejor campaña de su historia. Ya logró la final 14 en la Copa Águila.
“Dios quiera que así sea porque acá hay un grupo de profesionales en todos los sentidos, desde la señora de la tienda hasta el doctor Antonio José Ardila”, resalta Rueda.