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Ver a Egan Bernal (Sky), Nairo Quintana (Movistar) y Miguel Ángel López (Astana) batiéndose por el triunfo de etapa en una de las importantes carreras de Europa es un privilegio del que no se goza todos los días.
En la tercera etapa de la Vuelta a Cataluña, de 179 kilómetros entre Sant Feliu de Guixols y el final en alto en Vallter 2.000, estación de esquí situada en los Pirineos, los tres colombianos se encargaron de dar espectáculo y romper la calma de pelotón pese a que a escasos metros ninguno de ellos logró la victoria.
Luego del ataque que lanzó Bernal (Sky) en pleno ascenso y a 5.4 kilómetros de la meta, muchos se preguntan por qué Nairo, pegado a su rueda, no colaboró más para evitar que los oponentes que habían dejado rezagados no los dieran cacería, y más al saber que su compañero, Alejandro Valverde, quien hasta ese instante era segundo en la general, dio muestras de flaqueza.
Pero el valiente Bernal, quien al final arribó segundo detrás del inglés Adam Yates (Mitchelton), y por delante del irlandés Dan Martin (UAE), tercero, Quintana, cuarto, y López, quinto, no tiene tiempo de reproches.
Al contrario, ahora tercero en la general, a 30 segundos del líder y desgastado belga Thomas De Gendt (Lotto Soudal) y a 27 de Yates, Bernal solo tiene palabras de orgullo y fascinación al estar, a sus escasos 22 años de edad, dándoles batalla a los referentes del pedal.
“Estuvo bien, pero iba con corredores como Martin, Yates, López y Quintana, que no son cualquier tipo de corredores. No era fácil ganar la etapa, pero lo intenté y lo bonito es dar espectáculo, atacar y atacar, que es lo que le gusta a la gente, aún queda una jornada muy dura y lo intentaremos de nuevo”, avisa Egan, líder de los jóvenes en la prueba catalana.
Nairo, por su parte, expresa que cada vez va teniendo mejores sensaciones.
“Me he encontrado bien en el día de hoy -ayer-. Intenté subir con los mejores escaladores, terminé con ellos y este resultado nos sigue sirviendo como confirmación y preparación de lo que viene. Espero poder sacar buenas conclusiones de esta Vuelta. Veremos mañana -hoy- si este castigo afecta en las subidas finales y qué podemos plantear junto al equipo”.
El boyacense quien ganó esta competencia en 2016, también muestra seguridad y entusiasmo de cara al reto de hoy, también en Pirineos y que finaliza, tras 150.3 km saliendo de Llanars (Girona), en el alto de La Molina.
Será un recorrido corto, pero exigente, sobre todo en los 12.2 km finales en ascensión, a un promedio del 5% de desnivel, y un último repecho corto para pedalistas explosivos.
Allí, y después de salvar la jornada de ayer, De Gendt confiesa que es difícil mantenerse en el primer lugar luego del desgaste que tuvo, mientras que Egan, Bernal y López, con ánimo de revancha, van en busca de ese puesto de privilegio.